Un placer escuchar décadas más tarde a Flora Manteola. La tuve como profesora en la cátedra de J. Sánchez Gómez y sí, no teníamos mucho para informarnos y "con fotitos así" de chiquitas también debí estudiar a principios de los 80; me fasciné con la casa de la cascada de Wright, la arquitectura de Alvar Aalto y las termas de Caracalla, hasta que pude conocerlas. Por cierto, Aalto influyó mucho en toda la arquitectura escandinava. La vida me presentó otros senderos asociados a la arquitectura que transité -y transito-, sin dudar; pero la visión de aquellos primeros años de carrera forjada por aquellas cátedras dejó trazas y pistas que hoy día siguen inspirándome en el momento de encarar una propuesta. Gracias por este espacio.