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Iglesia Gracia Sobre Gracia Guatemala.
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Canal de RU-vid de Iglesia Gracia Sobre Gracia en la Ciudad de Guatemala.
Somos una iglesia Bautista Reformada en Guatemala, somos una iglesia que proclama, aconseja y enseña, la gloria de Cristo Jesús.
Nuestra confesión de fe, es la confesión de Fe Bautista de Londres de 1689.
39 No Codiciarás | Éxodo 20:17
44:36
Месяц назад
37 No Hurtarás | Éxodo 20:15
47:49
Месяц назад
03 Diseño Perfecto: Varón Y Hembra Los Creó
1:08:34
2 месяца назад
35 No Matarás | ÉXODO 20:13
47:34
2 месяца назад
02 Respondiendo A La Ideología De Género.
1:02:53
2 месяца назад
01 Batalla Culltural Contra La Familia.
1:05:31
4 месяца назад
Комментарии
@omargil2582
@omargil2582 11 часов назад
RESUMEN La Biblia, en muchos de sus textos legales, presenta principios fundamentales sobre la justicia que trascienden lo meramente punitivo. En Éxodo 21:26-22:15, encontramos una serie de leyes que revelan la justicia de Dios, una justicia que no solo castiga al infractor, sino que también busca restaurar el equilibrio y la paz entre las partes afectadas. Este concepto de justicia, dividido en justicia retributiva y justicia restaurativa, se presenta como un reflejo del carácter divino, y tiene implicaciones tanto en la vida comunitaria del antiguo Israel como en la vida cristiana contemporánea. El enfoque de las leyes del Éxodo no está únicamente en la propiedad material, sino en el valor inherente de las personas. En la sociedad del Antiguo Cercano Oriente, la responsabilidad individual y comunitaria era un principio clave. Sin embargo, el pueblo de Dios estaba llamado a destacar por encima de otras culturas, valorando a las personas por encima de los bienes. Un claro ejemplo se da en las leyes sobre el trato con los esclavos y las compensaciones por daños. Si un siervo era herido físicamente por su amo, este debía ser liberado (Éxodo 21:26-27), lo que muestra que, para Dios, la vida y el bienestar humano son más valiosos que cualquier propiedad. Asimismo, las leyes sobre el buey -un bien valioso en una sociedad agrícola- ilustran cómo los reglamentos no solo estaban orientados a castigar la imprudencia, sino a prevenir futuros daños. Si un buey mataba a alguien, y su dueño ya había sido advertido sobre la peligrosidad del animal, ambos debían ser castigados. Sin embargo, la ley también ofrecía una vía de redención mediante el pago de una compensación, lo que refleja la justicia restaurativa (Éxodo 21:28-30). Este equilibrio entre justicia y misericordia es un principio fundamental que resuena en el trato con los demás: el respeto por la vida y la restauración de las relaciones quebrantadas. La justicia retributiva, como se presenta en las leyes del Éxodo, se basa en la premisa de que cada acción negativa merece una consecuencia proporcional. Es una forma de responder al mal mediante la imposición de un castigo que equilibre el daño causado. Un claro ejemplo de esto es la ley del talión, "vida por vida", que se aplicaba en casos de homicidio. Además, en casos de robo, se exigía la devolución de lo robado, en algunos casos incluso de forma incrementada, lo que aseguraba que el ladrón comprendiera la gravedad de su acción y se disuadiera de cometer nuevos delitos (Éxodo 22:1-4). La justicia retributiva, entonces, no solo tenía un carácter punitivo, sino también preventivo. Su propósito era garantizar que las infracciones no quedaran impunes, lo que a su vez generaba un ambiente de seguridad y respeto en la comunidad. Esta forma de justicia resalta la seriedad con la que Dios y su pueblo debían tratar el pecado y la maldad, asegurando que el daño no fuera ignorado ni pasado por alto. Aunque la justicia retributiva era necesaria para castigar el mal, la justicia restaurativa tenía un propósito más profundo: reparar el daño y restaurar la relación entre las partes. Este enfoque es evidente en las leyes que tratan sobre la restitución de bienes. Si alguien causaba un daño, ya fuera por robo, negligencia o accidente, debía restituir el doble o lo mejor de su propiedad para compensar a la parte afectada (Éxodo 22:4-6). Esta forma de justicia no solo se enfocaba en reparar lo material, sino también en sanar las relaciones humanas y restaurar la paz en la comunidad. La justicia restaurativa no se limitaba al ámbito material; también tenía una dimensión espiritual. Las leyes de restitución exigían que el culpable asumiera la responsabilidad por sus acciones, y que, mediante la compensación adecuada, se restableciera el bienestar y el orden social. Este enfoque restaurativo también evitaba represalias futuras, fomentando la reconciliación y el perdón. En el Nuevo Testamento, encontramos la plenitud de estos principios en la obra de Cristo. La muerte de Jesús en la cruz es vista como la manifestación perfecta de la justicia de Dios, tanto retributiva como restaurativa. Cristo sufrió el castigo que la humanidad merecía por sus pecados, cumpliendo así la justicia retributiva divina. Sin embargo, su sacrificio también restaura la relación rota entre Dios y los seres humanos, lo que refleja la justicia restaurativa. La muerte de Cristo no solo paga por el pecado, sino que también ofrece una reconciliación que transforma al pecador en una nueva criatura. Como dice Isaías 53:5, "el castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él". Esta justicia no solo castiga el pecado, sino que también ofrece redención y restauración, mostrando la misericordia y el amor de Dios hacia su creación. Los principios de justicia retributiva y restaurativa que encontramos en Éxodo tienen una relevancia práctica para los creyentes hoy. No solo debemos buscar la justicia en nuestras relaciones con los demás, sino también estar dispuestos a restaurar lo que hemos dañado. Un ejemplo bíblico es el caso de Zaqueo (Lucas 19:5-8), quien, al encontrar la gracia de Jesús, decidió restituir a aquellos a quienes había defraudado, multiplicando su restitución. Este acto de justicia restaurativa no solo reparó el daño económico, sino que también sanó las relaciones rotas por su comportamiento. En la vida cristiana, la justicia restaurativa se traduce en la disposición a pedir perdón y en buscar formas de compensar el daño hecho, ya sea material o emocional. Este enfoque busca no solo la reparación del daño, sino también la reconciliación, imitando así la obra redentora de Cristo.
@omargil2582
@omargil2582 6 дней назад
RESUMEN El sermón llama a los creyentes a profundizar en la relación entre las leyes de Dios y el carácter cristiano. Este pasaje del Antiguo Testamento, aunque a primera vista parece una serie de regulaciones legales, tiene implicaciones profundas sobre cómo tratar a los demás con justicia, bondad y compasión. Estas leyes, dadas a Moisés para gobernar al pueblo de Israel, revelan la preocupación de Dios por la dignidad humana, y al seguirlas, los cristianos manifiestan el carácter de Dios en sus interacciones diarias. Este resumen explorará cómo los creyentes están llamados a vivir de acuerdo con estos principios y cómo pueden superar las dificultades para ser fieles a este llamado en un mundo afectado por el pecado. Uno de los principales temas que emerge de esta reflexión es la manifestación del carácter de Dios en las relaciones humanas. Dios es justo, bondadoso y compasivo, y aquellos que lo siguen están llamados a reflejar esos atributos, especialmente cuando tienen autoridad o control sobre otros. En Éxodo 21, encontramos leyes que regulan la relación entre amos y siervos, entre hombres libres y esclavos. Aunque las circunstancias históricas han cambiado, el principio sigue vigente: los cristianos deben tratar a los demás con dignidad, reconociendo que todos son portadores de la imagen de Dios (Génesis 9:6). Sin embargo, esta tarea no es sencilla. Las relaciones humanas están plagadas de imperfección y pecado. En ocasiones, los creyentes pueden fallar al tratar a otros con la dignidad que merecen. Aquí surge una pregunta crítica: ¿Cómo pueden los cristianos enmendar los errores cuando han fallado en su responsabilidad de tratar a otros de manera justa? Reconocer los errores es el primer paso, pero el verdadero reto es buscar la reconciliación y hacer los cambios necesarios para reflejar mejor el carácter de Dios. Pasajes como Isaías 1:16-17 y 1 Pedro 2:21-24 brindan orientación sobre cómo responder al llamado de vivir una vida de justicia y compasión, incluso en situaciones difíciles. Otro aspecto clave es la resistencia interna que los creyentes pueden enfrentar cuando intentan actuar conforme a estos principios. El pecado, tanto a nivel personal como estructural, puede dificultar que los cristianos sean justos, bondadosos y compasivos en todo momento. Sin embargo, las Escrituras brindan un camino claro para seguir a Cristo en medio de estas dificultades. Tito 2:11-14, por ejemplo, nos recuerda que la gracia de Dios nos capacita para renunciar a la impiedad y vivir una vida justa. Así, aunque el pecado obstaculice nuestra capacidad de vivir conforme al carácter de Dios, la gracia nos da el poder para seguir adelante. Finalmente, el sermón subraya la importancia de aplicar lo aprendido de las Escrituras en la vida diaria. No basta con conocer las leyes de Dios o comprender los principios de justicia, bondad y compasión. Los creyentes están llamados a vivir estas verdades en su trato diario con los demás. El libro de Marcos 7:10-12 señala que las acciones deben reflejar el corazón de Dios, y las preguntas del sermón exhortan a la autorreflexión sobre cómo cada persona puede aplicar este llamado en situaciones específicas de su vida. En conclusión, el sermón es una llamada a la acción. Los cristianos deben reflejar el carácter de Dios al tratar a los demás con justicia, bondad y compasión, especialmente en posiciones de autoridad. Aunque el pecado dificulte esta tarea, la gracia de Dios ofrece el poder para vivir de acuerdo con estos principios. La reflexión sobre cómo puedes aplicar estas enseñanzas en tu vida diaria es esencial para una vida cristiana auténtica y comprometida.
@miriampena9761
@miriampena9761 11 дней назад
El es digno, El es santo, El es trascendente es por eso q somos llamados adorarle en Espíritu y verdad y rendir nuestra vida solo a Cristo ❤
@GSGGuatemala
@GSGGuatemala 5 дней назад
Amén!
@juancaban8988
@juancaban8988 13 дней назад
Bendiciones, pastor, venecia Castillo escribe en El telefono de Juan de cabàn
@omargil2582
@omargil2582 14 дней назад
RESUMEN La verdadera adoración comienza con el reconocimiento de quién es Dios. El texto de Éxodo 20:22-26 muestra cómo Dios, tras liberar a su pueblo de Egipto, exige un tipo de adoración que refleje su santidad y trascendencia. Esto subraya que el ser humano, incapaz por sí mismo de llegar a Dios, debe aceptar Su revelación y adorarlo bajo las condiciones que Él mismo establece. Esta verdad contrasta fuertemente con las formas de adoración observadas en las culturas paganas de la antigüedad, como los mayas o los egipcios, quienes construían pirámides y altares para dioses falsos creados por el hombre. El reconocimiento de la santidad de Dios es el primer paso hacia una adoración genuina. A través de la historia de la redención, Dios establece lugares sagrados donde su nombre sería recordado, como lo hicieron los patriarcas al construir altares. En este sentido, el altar en Éxodo 20 representa el lugar donde Dios se encuentra con su pueblo, un lugar de sacrificio y comunión que anticipa la obra redentora de Cristo. Por lo tanto, la adoración debe centrarse en este reconocimiento de Dios como soberano y santo, rechazando cualquier forma de idolatría, ya que los ídolos, por más preciados que sean, son solo creaciones humanas sin vida ni poder que son inclusive inferiores al hombre mismo. El segundo punto crucial es que la adoración que Dios demanda debe estar acorde con su carácter. En Éxodo 20:24-25, Dios especifica cómo debían ser los altares: simples y no adornados por la mano humana, para evitar que el hombre se gloríe en su propia obra. Este mandamiento muestra que la adoración verdadera debe ser pura y sin distracciones, centrada exclusivamente en la gloria de Dios. Las culturas antiguas, como los cananeos, construían altares lujosos para sus dioses falsos, pero el Señor prohíbe tales prácticas, enfatizando que la adoración no debe glorificar la habilidad humana, sino exaltar a Dios. Este principio sigue siendo relevante hoy. En nuestra vida diaria, es fácil permitir que las distracciones modernas, como el entretenimiento o la búsqueda de reconocimiento personal, ocupen el lugar que solo corresponde a Dios. Estos "ídolos modernos" desvían nuestra adoración y contaminan nuestra relación con Él. Por lo tanto, es fundamental que nuestra adoración sea acorde al carácter de Dios: humilde, sencilla y centrada en su santidad y autoridad. El apóstol Pablo también enseña que debemos ofrecer nuestra vida como un sacrificio vivo, lo cual es nuestro culto racional y espiritual. Finalmente, el sermón enfatiza que solo a través de Cristo es posible ofrecer una adoración verdaderamente aceptable para Dios. En el Nuevo Testamento, Jesús es presentado como el sacrificio perfecto que cumple y supera los antiguos sacrificios del altar. Él es el "holocausto" que expía nuestros pecados y la "ofrenda de paz" que nos reconcilia con Dios. Por tanto, la adoración cristiana no se centra en altares físicos ni en sacrificios repetidos, sino en la vida transformada por la obra de Cristo. La verdadera adoración implica una vida entregada a Dios en todos sus aspectos, tal como lo expresa Romanos 12:1-2, donde se nos exhorta a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Este tipo de adoración es mucho más que simples actos externos; es una respuesta integral y continua al amor y la gracia de Dios, que transforma todas nuestras decisiones, afectos y deseos. En resumen, la adoración que Dios espera de nosotros es una vida rendida completamente a Él, que refleja su carácter y su santidad en cada área de nuestra existencia. En conclusión, la adoración a Dios, como se presenta en el sermón basado en Éxodo 20:22-26, requiere el reconocimiento de su santidad, una forma de culto que esté en consonancia con su carácter, y una vida transformada en Cristo. Este es el único sacrificio que Dios acepta ahora: una vida rendida en adoración genuina, sin distracciones ni ídolos, centrada en la persona y obra de Cristo. Adoremos, entonces, al Señor con todo nuestro ser, reconociendo quién es Él y respondiendo dignamente a su revelación.
@omargil2582
@omargil2582 22 дня назад
Resumen: La santidad de Dios es uno de los atributos más prominentes en la teología cristiana. No solo destaca la naturaleza trascendente y perfecta de Dios, sino que establece un estándar moral para el ser humano. Este ensayo aborda la relevancia de la santidad divina en la vida cristiana, cómo se relaciona con los mandamientos, y cómo esta santidad determina la manera en que las personas deben relacionarse con Dios y entre ellas. Desde el Antiguo Testamento, la santidad ha sido un atributo central para entender la naturaleza de Dios. Según Sproul, "la santidad de Dios significa que Él está por encima y separado de todas las cosas creadas". Esta separación no solo se refiere a su pureza moral, sino a su trascendencia, lo que lo coloca fuera del alcance de cualquier imperfección humana. La Biblia nos enseña que los Diez Mandamientos, a pesar de ser conocidos principalmente como una guía ética, son mucho más que reglas para el comportamiento humano: son una revelación de la santidad de Dios. El propósito de los mandamientos es reflejar esa santidad en la vida del creyente, no simplemente imponer una moralidad externa. A menudo, el peligro radica en reducir los mandamientos a simples normas de comportamiento, lo que puede llevar al moralismo, el cual es limitado: no nos santifica, no da vida y genera hipocresía". Este enfoque centrado en el cumplimiento superficial de las leyes ignora la verdadera esencia de los mandamientos, que es un llamado a vivir en una relación santa con Dios, reconociendo Su soberanía y majestad. La santidad divina también se manifiesta a través de la justicia. El Salmo 99:4-5 enfatiza que el poder del Rey ama la justicia, y que Dios ha establecido la equidad y justicia en Jacob. Esto revela que la justicia de Dios no es simplemente un concepto abstracto, sino una expresión directa de Su santidad. La justicia divina implica no solo el castigo del mal, sino también la defensa de lo bueno y lo correcto. Sin embargo, como se destaca, la humanidad no puede por sí misma alcanzar esta justicia divina, ya que el pecado nos separa de Dios. Es en este punto donde se hace evidente la necesidad de un Salvador que medie entre la santidad de Dios y la imperfección humana. La solución al dilema de la separación entre la humanidad y la santidad divina es Cristo. En Hebreos 1:3, se nos dice que Cristo es "el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza". Jesús no solo reflejó la santidad de Dios en su vida, sino que a través de su sacrificio, ofreció a la humanidad la posibilidad de ser perdonada y restaurada a una relación correcta con Dios. A través de su muerte en la cruz, Cristo cumplió la justicia divina y al mismo tiempo otorgó el perdón necesario para que los pecadores se reconciliaran con Dios. Cristo, como Rey justo y mediador, es el único capaz de salvarnos y guiarnos hacia una vida de santidad. Como se menciona en el documento, sin la santidad, nadie verá al Señor, y es sólo a través de Cristo que esta santidad puede ser alcanzada. Finalmente, la santidad de Dios no solo se manifiesta en su relación con el pecado y la justicia, sino también en la forma en que los creyentes deben vivir. Los mandamientos, lejos de ser meras reglas, son una guía que nos permite reflejar el carácter santo de Dios en nuestra vida diaria. Reconocer la santidad de Dios debería llevarnos a la adoración, la obediencia y una vida justa. Tal como lo expresa el salmo, debemos postrarnos ante su santo monte y exaltar al Señor por su santidad. En conclusión, la santidad de Dios es fundamental para entender nuestra relación con Él. Nos muestra la necesidad de un Salvador, nos guía en nuestra vida diaria y nos llama a vivir en justicia y adoración. Los mandamientos no son una carga, sino una oportunidad para reflejar la naturaleza de Dios y vivir de manera santa. El verdadero cristiano debe reconocer la santidad de Dios en todo momento y, con ello, servirle y adorarle con reverencia y temor.
@juancaban8988
@juancaban8988 24 дня назад
ASI es pastor,,gracia, pastor,por,su,enseñansa
@juancaban8988
@juancaban8988 24 дня назад
AMEN
@juancaban8988
@juancaban8988 24 дня назад
Amen
@omargil2582
@omargil2582 Месяц назад
RESUMEN El noveno mandamiento, "No darás falso testimonio contra tu prójimo" (Éxodo 20:16), es mucho más que una simple prohibición de la mentira. Este mandamiento refleja una verdad profunda sobre el carácter de Dios y su llamado a vivir una vida íntegra. A través del estudio de este mandato, podemos entender cómo la falsedad es un ataque directo contra la naturaleza de Dios y cómo, como creyentes, estamos llamados a vivir en la verdad, tanto en palabra como en acción. El falso testimonio, aunque tradicionalmente se asocia con mentir, tiene implicaciones más profundas. Este mandamiento está estrechamente relacionado con la idea del testimonio legal, recordándonos la importancia de dar una versión honesta y veraz de los hechos. Sin embargo, su alcance se extiende mucho más allá de los tribunales, abarcando todas las áreas de la vida cotidiana. Testificar falsamente no solo corrompe al individuo, sino que también puede tener consecuencias devastadoras, como se ejemplifica en el caso de México donde dos personas inocentes fueron asesinadas debido a un rumor falso. Esta tragedia resalta el peligro inherente de la falsedad y cómo puede llevar a la destrucción. Dios es la verdad absoluta y no puede mentir. La veracidad de Dios es la base sobre la cual se sostiene nuestra fe. Si Dios no fuera veraz, no podríamos confiar en sus promesas de salvación. Satanás, por otro lado, es descrito como el "padre de la mentira" (Juan 8:44). Desde el Jardín del Edén, Satanás ha buscado engañar a la humanidad, comenzando con Eva, quien fue inducida a desconfiar de la palabra de Dios. El falso testimonio de Satanás trajo la caída del hombre, y desde entonces, la falsedad ha sido una constante en la historia humana. En contraste, el pueblo de Dios está llamado a reflejar la verdad divina en sus vidas. Esto implica no solo evitar la mentira, sino también vivir en completa honestidad, tanto en el comercio, las relaciones interpersonales, y en la vida espiritual. Así como Dios es veraz, sus hijos deben serlo también. La encarnación de Jesucristo es la revelación máxima de la verdad de Dios. En Juan 1:14, se nos dice que Jesús es "lleno de gracia y de verdad", y en Juan 8:32, Él afirma que "la verdad os hará libres". A través de Cristo, los creyentes no solo conocen la verdad, sino que son liberados del engaño y la falsedad del pecado. Vivir conforme a la verdad de Cristo es un acto de adoración y testimonio. El noveno mandamiento también implica un llamado ético a hablar con sinceridad y justicia, no solo en contextos legales, sino en todas las interacciones humanas. Hablar la verdad en amor, como se menciona en Efesios 4:15, es esencial para la vida cristiana. Cuando un creyente habla y actúa con integridad, está reflejando el carácter de Dios y testificando al mundo sobre el poder transformador del Evangelio. La mentira, por el contrario, es una herramienta de Satanás para sembrar discordia y desconfianza. La vida de la iglesia es un testimonio constante de la verdad de Dios. Los creyentes están llamados a proteger la reputación de los demás, contribuir a una comunidad basada en la justicia y la paz, y promover la verdad en todos los ámbitos de la vida. Vivir conforme a la verdad fortalece el testimonio cristiano y hace que el mensaje del Evangelio sea creíble para los no creyentes. El noveno mandamiento nos recuerda que Dios es la verdad absoluta y que su pueblo debe reflejar esa verdad en todas sus palabras y acciones. Vivir conforme a la verdad no solo nos acerca más a la semejanza de Cristo, sino que también es un poderoso testimonio del Evangelio ante el mundo. Al honrar la verdad, estamos honrando a Dios y cumpliendo su voluntad para nuestras vidas.
@carmenserra5225
@carmenserra5225 Месяц назад
Que fuerte y confrontativo, siempre guiándome con la verdad, gracias Dios por tu misericordia.
@omaryutub
@omaryutub Месяц назад
RESUMEN El mandamiento "No matarás" es una directriz fundamental que trasciende su interpretación literal, abarcando un profundo respeto por la vida humana y la dignidad inherente a cada individuo. Este precepto se basa en la premisa teológica de que los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios, otorgándoles un valor intrínseco que va más allá de sus logros, estatus o circunstancias. La prohibición del asesinato no es meramente una norma social, sino un reconocimiento del señorío de Dios sobre la vida. Él es el dador y sustentador de la existencia, y cualquier atentado contra la vida humana es, por extensión, un ataque contra el Creador mismo. Este principio se extiende más allá del homicidio directo, abarcando prácticas como el aborto y eutanasia. Sin embargo, el alcance de este mandamiento va más allá de la preservación física de la vida. Jesús, en su enseñanza, amplía la interpretación para incluir actitudes y comportamientos que degradan la dignidad humana. El enojo injustificado, las palabras ofensivas y el desprecio hacia otros son equiparados al asesinato en términos de su impacto espiritual y relacional. Esta perspectiva subraya la importancia de cultivar relaciones basadas en el respeto, la compasión y el amor al prójimo. El evangelio de Cristo proporciona el fundamento para una comprensión más profunda y una aplicación más completa de este mandamiento. A través del sacrificio de Jesús, se revela el valor supremo que Dios otorga a la vida humana. Este acto de amor divino no solo redime a la humanidad del pecado, sino que también establece un nuevo paradigma para las relaciones interpersonales. Los creyentes son llamados a reflejar este amor sacrificial en su trato con los demás, valorando a cada persona como un portador de la imagen divina. La aplicación práctica de este mandamiento en la vida cotidiana implica un compromiso activo con la reconciliación y la restauración de relaciones dañadas. Honrar la imagen de Dios en los hombres implica de resolver los conflictos y buscar la paz antes de presentarse ante Dios en adoración, subrayando la conexión indisoluble entre el amor a Dios y el amor al prójimo. En conclusión, el mandamiento "No matarás" es un llamado a una ética de vida que honra la imagen de Dios en cada ser humano. Va más allá de la mera abstención de la violencia física, exigiendo una transformación del corazón que se manifiesta en palabras y acciones que afirman y elevan la dignidad humana. Este precepto, iluminado por la enseñanza de Cristo y provisto de poder por el evangelio, nos desafía a ser agentes de vida, amor y reconciliación en un mundo marcado por la devaluación de la vida humana.
@omargil2582
@omargil2582 2 месяца назад
RESUMEN La estructura familiar, diseñada por Dios, juega un papel fundamental en la glorificación divina y en el desarrollo de la fe. Este sermón argumenta que honrar a los padres es una extensión directa de honrar a Dios mismo, basándose en principios bíblicos y teológicos. En primer lugar, es crucial entender que la familia no es una mera construcción social, sino una institución divina. Las relaciones familiares, particularmente el matrimonio y la paternidad, son representaciones terrenales de realidades espirituales. El matrimonio simboliza la unión entre Cristo y la Iglesia, mientras que la paternidad refleja la relación entre Dios y sus hijos espirituales. Esta analogía subraya la importancia teológica de las relaciones familiares. El mandamiento de honrar a padre y madre ocupa un lugar único en el Decálogo, siendo el primero que se refiere a las relaciones humanas. Este posicionamiento no es casual; establece un puente entre nuestra adoración a Dios y nuestro trato hacia los demás. Honrar a los padres, por lo tanto, se convierte en una forma tangible de honrar a Dios, reconociendo Su autoridad delegada en la estructura familiar. Es importante destacar que este mandamiento es incondicional. No depende de la calidad del desempeño parental, sino de la dignidad inherente que Dios otorga a la posición de padre y madre. Este aspecto desafía nuestra tendencia a basar el respeto en el mérito, llamándonos a una obediencia más profunda basada en el reconocimiento de la soberanía de Dios. Cristo mismo ejemplifica perfectamente esta honra. Su obediencia al Padre celestial se reflejó en su sumisión a sus padres terrenales, estableciendo un modelo para todos los creyentes. Esta obediencia perfecta de Jesús no solo cumplió la ley, sino que también reveló la verdadera naturaleza de la honra filial en el plan de Dios. Prácticamente, honrar a los padres implica una serie de acciones y actitudes: valorarlos, obedecerlos (excepto cuando contradice la ley de Dios), escuchar sus consejos y cuidarlos a lo largo de la vida. Estas prácticas no se limitan a la infancia, sino que se extienden a la edad adulta, incluyendo el cuidado de los padres en su vejez. La promesa divina de bendición asociada a este mandamiento subraya su importancia en el orden moral establecido por Dios. Aunque contextualizada en el Antiguo Testamento como una vida larga en la tierra prometida, esta bendición revela la generosidad de Dios y el valor que Él otorga a la honra filial. Finalmente, es crucial reconocer que la verdadera capacidad de honrar a los padres surge de una comprensión profunda del evangelio. Estar en Cristo transforma nuestra perspectiva, permitiéndonos ver más allá de las imperfecciones humanas y honrar a nuestros padres como un acto de obediencia y amor hacia Dios. En conclusión, honrar a los padres es mucho más que una norma social o una tradición cultural. Es un mandato divino que refleja nuestra relación con Dios, nuestra comprensión del evangelio y nuestro reconocimiento de la imagen divina en la humanidad. Al honrar a nuestros padres, no solo fortalecemos los lazos familiares, sino que también damos testimonio de nuestra fe y obediencia al Creador de todas las familias.
@omargil2582
@omargil2582 2 месяца назад
RESUMEN En la actualidad, existe un ataque cultural significativo contra la familia tradicional, impulsado por diversas ideologías y agendas globales. Este fenómeno se manifiesta a través de múltiples canales, incluyendo la comunicación, el entretenimiento, organismos internacionales, financiamiento y el sistema educativo. El objetivo central de estas fuerzas parece ser la promoción de valores que se oponen a la concepción bíblica de la familia y la sexualidad. Entre las ideologías más prominentes que están desafiando el modelo familiar tradicional se encuentran la ideología de género y las políticas de reducción de la población. Estas corrientes de pensamiento buscan redefinir conceptos fundamentales como el matrimonio, la sexualidad, la paternidad y la maternidad. Además, promueven prácticas como el aborto y la eutanasia, que se presentan bajo la retórica de derechos y libertades individuales. Es importante reconocer que este ataque cultural no es un fenómeno aislado, sino que forma parte de una agenda global más amplia. Organizaciones internacionales, fundaciones privadas y algunos gobiernos están invirtiendo enormes cantidades de recursos para promover estas ideas, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Por ejemplo, se han documentado casos de programas educativos que buscan introducir conceptos de ideología de género y "educación sexual integral" en las escuelas, incluso en países tradicionalmente conservadores. Desde una perspectiva teológica, se puede argumentar que este ataque cultural es, en esencia, un problema espiritual. Representa un intento de redefinir la naturaleza humana y rechazar el diseño divino para la familia y la sociedad. Al promover ideologías que contradicen la enseñanza bíblica sobre la creación, el matrimonio y la sexualidad, estas fuerzas culturales están desafiando directamente la autoridad de Dios y Su orden creado. Frente a esta realidad, la respuesta de los cristianos no debe ser de temor o retirada, sino de compromiso activo con la verdad bíblica. Jesús, en su oración sacerdotal (Juan 17), no pidió que sus seguidores fueran removidos del mundo, sino que fueran guardados del mal mientras permanecían en él. Esto sugiere que los creyentes tienen un papel crucial que desempeñar en la sociedad como "columna y baluarte de la verdad" (1 Timoteo 3:15). La iglesia está llamada a cumplir una doble función en este contexto: por un lado, debe identificar y denunciar las mentiras culturales que se oponen a la verdad de Dios. Por otro lado, tiene la responsabilidad de proclamar, aconsejar y enseñar a Cristo, comenzando en el hogar y extendiéndose a toda la sociedad. Este llamado se alinea con la Gran Comisión de hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19-20). Para llevar a cabo esta misión, es fundamental que los cristianos se arraiguen profundamente en la Palabra de Dios y cultiven una relación íntima con Cristo. Solo así podrán discernir la verdad en medio de las corrientes culturales engañosas y ofrecer una alternativa basada en los valores eternos del Evangelio. En conclusión, el ataque cultural contra la familia representa un desafío significativo para la iglesia contemporánea. Sin embargo, también ofrece una oportunidad para que los creyentes vivan y proclamen la verdad del Evangelio con renovado vigor. Al enfrentar esta realidad con fe, sabiduría y amor, la iglesia puede ser un agente de transformación, ofreciendo esperanza y restauración en un mundo que desesperadamente necesita la verdad y el amor de Dios.
@omargil2582
@omargil2582 2 месяца назад
RESUMEN La ideología de género es un tema controversial y de creciente relevancia en la sociedad actual. Este estudio busca exponer los orígenes, conceptos clave y motivaciones detrás de esta ideología, así como presentar una perspectiva crítica desde un punto de vista cristiano. En primer lugar, es importante definir qué es la ideología de género. En esencia, esta propone que las diferencias entre hombres y mujeres son principalmente construcciones sociales y culturales, no determinadas biológicamente. Autores influyentes como Judith Butler argumentan que el género es una identidad fluida que se forma a través del tiempo y las interacciones sociales, no una característica fija determinada al nacer. Los orígenes de esta ideología se remontan a mediados del siglo XX, con precursores como John Money, quien acuñó el término "identidad de género" en los años 50. El desarrollo posterior de estas ideas se nutrió de diversas corrientes filosóficas y sociales, incluyendo el feminismo radical, el postestructuralismo y ciertos elementos del marxismo cultural. Un concepto central es la distinción entre sexo biológico y género como construcción social. Esto ha llevado a la proliferación de múltiples identidades de género más allá del binario tradicional hombre-mujer. La ideología también cuestiona los roles y expectativas tradicionalmente asociados a cada sexo, argumentando que estos son imposiciones culturales restrictivas. Sin embargo, es crucial examinar críticamente las motivaciones e implicaciones de esta ideología. Algunos argumentan que detrás de ella hay agendas políticas y económicas más amplias, como el control poblacional en países en desarrollo. También se señala que puede tener consecuencias negativas no intencionadas, como confusión en niños y jóvenes sobre su identidad. Desde una perspectiva cristiana, la ideología de género presenta varios problemas teológicos. Primeramente, niega la creación intencional del ser humano como hombre y mujer por parte de Dios, según se describe en el Génesis. También promueve una visión de autonomía humana que rechaza el diseño y propósito divinos para la sexualidad y la familia. No obstante, es fundamental que los cristianos respondan a este desafío con compasión y gracia, reconociendo la dignidad de toda persona como creada a imagen de Dios. La respuesta no debe ser de rechazo o discriminación, sino de amor y testimonio del evangelio. Es crucial vivir y modelar relaciones saludables basadas en los principios bíblicos. En conclusión, la ideología de género es un fenómeno complejo con profundas implicaciones sociales y espirituales. Si bien presenta serios desafíos a la cosmovisión cristiana, también ofrece una oportunidad para que los creyentes demuestren el amor de Cristo y la verdad bíblica de manera práctica y compasiva en la sociedad contemporánea.
@omargil2582
@omargil2582 2 месяца назад
RESUMEN El concepto del día de reposo tiene profundas raíces en la tradición judeocristiana, y su significado se amplía y se profundiza con la venida de Jesucristo. Esta prédica explora cómo la obra completa de Jesús redefine la observancia del día de reposo para los cristianos, destacando la importancia del descanso espiritual, la adoración sincera y la obediencia a Dios. En primer lugar, la obra redentora de Jesús es fundamental. En la cruz, Jesús proclamó "consumado es," señalando la culminación de su misión de salvación (Juan 19:30). Este acto no solo libera a los creyentes del pecado, sino que también establece un nuevo paradigma de descanso. Tal como Dios descansó después de la creación (Génesis 2:2-3), Jesús descansó después de cumplir su obra redentora. Este descanso invita a los cristianos a confiar plenamente en la suficiencia de Cristo, reconociendo que no se puede añadir nada a su obra completa. La observancia del día de reposo, trasladada del sábado al domingo por los cristianos, adquiere un nuevo significado. Ya no se trata solo de cesar actividades físicas, sino de dedicar este día a la adoración y al servicio a Dios. En Mateo 12:1-8, Jesús desafía el legalismo de los fariseos, destacando que el día de reposo fue hecho para el hombre y no el hombre para el día de reposo (Marcos 2:27). Este principio guía a los cristianos a evitar el legalismo y a enfocarse en una adoración auténtica y comunitaria. El descanso que Jesús ofrece no es solo físico, sino también espiritual y emocional. En Mateo 11:28-30, Jesús invita a los cansados y cargados a encontrar descanso en Él. Este descanso espiritual implica una confianza profunda en Dios, sabiendo que Él es quien provee y sostiene. Los cristianos son llamados a descansar de sus afanes y a confiar en la justicia y provisión divina, anticipando el descanso eterno prometido en el reino de Dios. La verdadera adoración y la esperanza escatológica están entrelazadas. Al dedicar el día de reposo a Dios, los creyentes reconocen su soberanía y suficiencia, apartando sus preocupaciones terrenales y enfocándose en las promesas eternas. Este acto de adoración es una preparación para el descanso eterno, donde la comunión con Dios será perfecta y completa. Finalmente, la vida de los creyentes debe reflejar mansedumbre y obediencia, siguiendo el ejemplo de Jesús. La mansedumbre, como se destaca en Mateo 11:29, implica una sumisión total a la voluntad de Dios y una confianza en su justicia. La obediencia a los mandamientos de Dios, sin añadir cargas humanas, es esencial para vivir una vida que honra a Dios. En resumen, el día de reposo cristiano es una celebración de la obra completa de Jesús, una invitación a descansar en Dios, y un acto de adoración y anticipación del descanso eterno. A través de la confianza en Cristo y la dedicación a una adoración sincera, los creyentes encuentran un verdadero reposo que trasciende lo físico y apunta hacia lo eterno.
@omargil2582
@omargil2582 2 месяца назад
RESUMEN En un mundo donde el nombre de Dios se usa a menudo con ligereza, es crucial recordar la importancia del tercer mandamiento: "No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano". Este mandamiento, lejos de ser una simple prohibición contra las blasfemias, nos invita a reflexionar sobre cómo honramos a Dios en nuestra vida diaria. El nombre de Dios no es simplemente un título, sino una representación de Su carácter, autoridad y santidad. Cuando utilizamos Su nombre, estamos invocando todo lo que Él es. Por lo tanto, tomar Su nombre en vano va más allá de las maldiciones; incluye cualquier uso que degrade o rebaje la majestad de Dios. Existen múltiples formas en las que podemos violar este mandamiento. Desde la profanación evidente hasta la hipocresía sutil de profesar fe sin vivir de acuerdo con ella. Incluso en nuestras oraciones y adoración, podemos caer en la trampa de la irreverencia si nuestras palabras son mecánicas o nuestros corazones están distantes. Es importante entender que este mandamiento no se limita a nuestras palabras. Nuestras acciones también pueden "tomar el nombre de Dios en vano" si decimos ser Sus seguidores pero vivimos de una manera que deshonra Su nombre. Cada vez que utilizamos el nombre de Dios para justificar nuestros propios deseos o ambiciones, estamos en peligro de quebrantar este mandamiento. Sin embargo, el propósito de este mandamiento no es simplemente inspirar temor, sino guiarnos hacia una relación más profunda con Dios. Nos recuerda que solo en Cristo podemos verdaderamente santificar el nombre de Dios en nuestras vidas. Jesús, quien heredó "el nombre más excelente", nos muestra cómo vivir de una manera que honra a Dios en todo. Para aquellos que ya son creyentes, este mandamiento nos llama a una vida de adoración consciente y reverente. Nos insta a meditar en la Palabra de Dios, a orar sin cesar, a congregarnos con propósito y a vivir de una manera que refleje el carácter de Cristo. No se trata de una observancia legalista, sino de una vida llena del Espíritu que naturalmente honra el nombre de Dios. Para aquellos que aún no han reconocido a Jesús como Señor, este mandamiento sirve como una invitación. Nos recuerda que "todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Romanos 10:13). Es un llamado a reconocer la santidad de Dios y nuestra necesidad de Su gracia. Las consecuencias de tomar el nombre de Dios en vano son serias. Aunque ya no vivimos bajo la ley del Antiguo Testamento que castigaba la blasfemia con la muerte, el Nuevo Testamento nos advierte que el castigo por deshonrar a Cristo es aún mayor. Sin embargo, la buena noticia es que Cristo mismo pagó el precio por nuestras irreverencias en la cruz. En conclusión, el tercer mandamiento nos desafía a vivir en constante consciencia de la santidad de Dios. Nos llama a una vida de reverencia, no por temor al castigo, sino por amor y gratitud hacia Aquel cuyo nombre está por encima de todo nombre. Que nuestras palabras y acciones sean siempre un testimonio que glorifique el nombre de nuestro Padre celestial.
@ADAmiriamDelgadodeLEIVA
@ADAmiriamDelgadodeLEIVA 2 месяца назад
Solo atraves de Cristo podemos asercarnos a Dios de manera correcta tendremos Bendiciones y misericordia de parte de Dios si le obedecemos y guardamos sus mandamientos
@GSGGuatemala
@GSGGuatemala 2 месяца назад
Amén!
@maxgb3691
@maxgb3691 2 месяца назад
Gracias Pastor, es un tema que nos inunda hoy en toda a todo nivel y que desconocemos completamente. Ahora tenemos una excelente introducción del mismo. Dios lo bendiga y gracias por el esfuerzo de investigar y de hacer este estudio para la familia
@GSGGuatemala
@GSGGuatemala 2 месяца назад
Que el Señor le bendiga, deseamos que sea de edificación y bendición.
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
Donde,esta,pastor, bendiciones
@GSGGuatemala
@GSGGuatemala 2 месяца назад
Es un gusto saludarle, nuestra congregación está en Guatemala, en la ciudad de Guatemala. Deseamos pueda visitarnos sería un gusto recibirle en un servicio dominical. Que el Señor le bendiga!
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
El,titanic, yo,oido, la,historia venecia castillo escribe en el teléfono de juan caban, muchas, jente,aoido, esa,historia
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
Bendiciones
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
Predica,muy,bien,pastor,,venecia castillo escribe en el teléfono de juan caban
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
AMEN AMEN AMEN AMEN AMEN AMEN AMEN AMEN, bendiciones venecia castillo escribe en el teléfono de juan caban
@GSGGuatemala
@GSGGuatemala 20 дней назад
Un saludo Hna. Venecia Castitllo, que el Señor le bendiga
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
AMEN AMEN bendiciones
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
Bendiciones
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
AMEN AMEN AMEN, BENDICIONES, Venecia,castillo, escribe en el teléfono de juan caban, bendiciones
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
Bendiciones
@juancaban8988
@juancaban8988 2 месяца назад
Bendiciones
@omargil2582
@omargil2582 3 месяца назад
Resumen de la Prédica Desde antes de la creación, la voluntad de Dios se manifiesta a través del pacto de gracia, un acuerdo establecido en el consejo de la voluntad de Dios trino, que involucra al Padre y al Hijo en el plan de redención de la humanidad. Este pacto muestra que Dios siempre ha deseado tener una relación con la humanidad, independientemente de la obediencia perfecta del hombre, basándose en su gracia para restaurar esta relación rota por el pecado. Dios otorgó la Ley a su pueblo con varios propósitos esenciales. Primero, la Ley tiene la función de revelar la maldad y el pecado inherente en el corazón humano, mostrando así la necesidad de un Salvador. Segundo, la Ley actúa como un guía que lleva a las personas a Cristo, haciéndolas conscientes de su incapacidad para salvarse por sí mismas y dirigiéndolas hacia la redención en Cristo. Tercero, la Ley santifica al pueblo de Dios, estableciendo un estándar de santidad que glorifica a Dios y transforma a los creyentes conforme a su imagen. El primer mandamiento del decálogo, "No tendrás dioses ajenos delante de mí", encapsula el espíritu de exclusividad y fidelidad a Dios. Este mandamiento prohíbe el ateísmo práctico, la idolatría y cualquier forma de infidelidad hacia Dios. En esencia, implica reconocer la soberanía de Dios, vivir con una conciencia constante de su presencia y autoridad, y rechazar cualquier forma de idolatría que pueda desviar la atención y confianza del creyente hacia objetos, personas o actividades en lugar de Dios. Este mandamiento nos conduce a Cristo al revelar nuestra incapacidad para cumplirlo perfectamente. Nos muestra nuestra necesidad de un salvador que nos redima del pecado y nos reconcilie con Dios. A través de este reconocimiento de insuficiencia y pecaminosidad, somos guiados a Cristo, quien es el cumplimiento perfecto de la Ley. En Cristo encontramos la gracia y la capacidad de amar y servir a Dios plenamente. Mediante la fe en Él, podemos vivir en una relación restaurada con Dios, disfrutando de su amor y permaneciendo en su presencia. En resumen, el pacto de gracia y el primer mandamiento del decálogo subrayan la voluntad eterna de Dios de tener una relación con la humanidad basada en su gracia y fidelidad. La Ley, lejos de ser un medio de justificación, es un camino hacia la santificación y una guía hacia Cristo. Este enfoque no solo honra la autoridad y el carácter de Dios, sino que también transforma a los creyentes, conduciéndolos a vivir en plena adoración y servicio a su único Dios verdadero.
@omaryutub
@omaryutub 3 месяца назад
Resumen de la Prédica El Decálogo, comúnmente conocido como los Diez Mandamientos, representa una revelación fundamental del carácter de Dios y Su relación con Su pueblo. Lejos de ser una carga opresiva, estos mandamientos fueron entregados como una bendición para Israel, recién liberado de la esclavitud egipcia. En esencia, el Decálogo establece a Dios como el Rey soberano sobre Su pueblo elegido. Tras liberar a los israelitas por pura gracia, Dios deseaba que lo conocieran como Yahweh, el "Yo Soy", y que comprendieran Su naturaleza a través de estas leyes. Los mandamientos no solo definían la relación entre Dios y Su pueblo, sino que también proporcionaban directrices para las relaciones interpersonales dentro de la comunidad. Los Diez Mandamientos se dividen en dos grupos principales. Los primeros cuatro se centran en la relación del pueblo con Dios, subrayando Su supremacía y la adoración exclusiva que se le debe. Los siguientes seis abordan las relaciones humanas, promoviendo una sociedad justa y armoniosa. Es crucial entender que estos mandamientos no fueron dados como un medio de salvación, sino como una guía para vivir en comunión con Dios y los demás. Sin embargo, la historia demuestra que Israel, al igual que toda la humanidad, fue incapaz de cumplir perfectamente estas leyes. Esta realidad apunta a una verdad fundamental del evangelio cristiano: la ley no puede salvar, sino que revela nuestra necesidad de un salvador. El apóstol Pablo explica que la ley actúa como un "tutor" que nos conduce a Cristo, mostrándonos nuestra incapacidad para alcanzar la justicia por nuestros propios medios. Jesús resumió el Decálogo en dos grandes mandamientos: amar a Dios con todo el ser y amar al prójimo como a uno mismo. Esto demuestra que el corazón de la ley no es el mero cumplimiento externo, sino una relación de amor con Dios que se manifiesta en el amor al prójimo. Cristo cumplió perfectamente la ley y, a través de su sacrificio, liberó a los creyentes de la maldición que conlleva su incumplimiento. Para nosotros, el Decálogo sigue siendo relevante como una expresión del carácter de Dios y un estándar de santidad. Sin embargo, ya no se ve como un medio de salvación, sino como una guía para vivir en gratitud por la salvación recibida por gracia a través de la fe en Cristo. En última instancia, el Decálogo nos permite disfrutar de una relación restaurada con el Dios de la ley, viviendo por Su gracia y reflejando Su carácter en el mundo.
@omargil2582
@omargil2582 3 месяца назад
Resumen de la Prédica El Decálogo, comúnmente conocido como los Diez Mandamientos, representa una revelación fundamental del carácter de Dios y Su relación con Su pueblo. Lejos de ser una carga opresiva, estos mandamientos fueron entregados como una bendición para Israel, recién liberado de la esclavitud egipcia. En esencia, el Decálogo establece a Dios como el Rey soberano sobre Su pueblo elegido. Tras liberar a los israelitas por pura gracia, Dios deseaba que lo conocieran como Yahweh, el "Yo Soy", y que comprendieran Su naturaleza a través de estas leyes. Los mandamientos no solo definían la relación entre Dios y Su pueblo, sino que también proporcionaban directrices para las relaciones interpersonales dentro de la comunidad. Los Diez Mandamientos se dividen en dos grupos principales. Los primeros cuatro se centran en la relación del pueblo con Dios, subrayando Su supremacía y la adoración exclusiva que se le debe. Los siguientes seis abordan las relaciones humanas, promoviendo una sociedad justa y armoniosa. Es crucial entender que estos mandamientos no fueron dados como un medio de salvación, sino como una guía para vivir en comunión con Dios y los demás. Sin embargo, la historia demuestra que Israel, al igual que toda la humanidad, fue incapaz de cumplir perfectamente estas leyes. Esta realidad apunta a una verdad fundamental del evangelio cristiano: la ley no puede salvar, sino que revela nuestra necesidad de un salvador. El apóstol Pablo explica que la ley actúa como un "tutor" que nos conduce a Cristo, mostrándonos nuestra incapacidad para alcanzar la justicia por nuestros propios medios. Jesús resumió el Decálogo en dos grandes mandamientos: amar a Dios con todo el ser y amar al prójimo como a uno mismo. Esto demuestra que el corazón de la ley no es el mero cumplimiento externo, sino una relación de amor con Dios que se manifiesta en el amor al prójimo. Cristo cumplió perfectamente la ley y, a través de su sacrificio, liberó a los creyentes de la maldición que conlleva su incumplimiento. Para nosotros, el Decálogo sigue siendo relevante como una expresión del carácter de Dios y un estándar de santidad. Sin embargo, ya no se ve como un medio de salvación, sino como una guía para vivir en gratitud por la salvación recibida por gracia a través de la fe en Cristo. En última instancia, el Decálogo nos permite disfrutar de una relación restaurada con el Dios de la ley, viviendo por Su gracia y reflejando Su carácter en el mundo.
@omaryutub
@omaryutub 3 месяца назад
Resumen de la Prédica La predicación "Salvados para una Relación de Pacto" examina cómo Dios se revela a su pueblo a través de la liberación de Israel en el libro de Éxodo, la naturaleza de la relación de pacto que esta liberación establece y sus implicaciones para la vida de los creyentes, y cómo este evento anticipa la doctrina cristiana de la identificación con Cristo. Dios se revela en la liberación de Israel de varias maneras significativas. Las plagas de Egipto, como el agua convertida en sangre y la plaga de ranas, demuestran que Dios es el verdadero sustentador y dador de vida. En su proclamación "Yo Soy el que Soy", Dios muestra su auto existencia y autosuficiencia. Además, su soberanía se manifiesta al cumplir sus propósitos a pesar de la oposición de Faraón y otros. Dios también muestra su justicia y gracia al juzgar a Egipto y rescatar a su pueblo. Finalmente, la fidelidad de Dios es evidente en su cuidado y provisión para Israel, cumpliendo así su pacto. Esta revelación no solo busca que su pueblo le conozca más profundamente sino también que cumplan la relación de pacto establecida con Él. El pacto que Dios establece con su pueblo requiere una vida de devoción y santidad. Esta relación implica consagración y adoración exclusivas a Dios, alejándose de la idolatría. La santificación continua es parte de esta relación, donde las pruebas, como el hambre y la sed en el desierto, purifican al pueblo y los preparan para una vida santa. La observancia de mandamientos y festividades, como la fiesta de los panes sin levadura, sirve para recordar y vivir la redención de Dios, manteniéndose alejados del pecado. Además, vivir según la Palabra de Dios es crucial para mantener esta vida santa y devota, ya que la obediencia a su Palabra trae bendición y vida. El libro de Éxodo también ofrece una anticipación de la doctrina cristiana de la identificación con Cristo. Así como Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, Cristo nos libera del dominio del pecado y nos traslada al reino de Dios. En Cristo, quien es la imagen del Dios invisible, podemos conocer a Dios de manera plena. La comunión con Dios, establecida por Cristo, nos llama a una vida de devoción y santidad. Además, la purificación y santificación vistas en las pruebas y mandamientos de Éxodo se reflejan en la obra de Cristo, quien nos purifica y nos llama a vivir apartados para Dios. En conclusión, la liberación de Israel en Éxodo revela múltiples aspectos del carácter de Dios y establece una relación de pacto que implica una vida de devoción y santidad. Dios obro en la vida de Moisés, obrando en las circunstancias que el vivió como un anticipo de cosas que el pueblo viviría. Esto anticipa la doctrina de la identificación con Cristo, que como creyentes somos llamados a vivir y experimentar ciertas cosas tal como Cristo las vivió o las experimento, como el vivir en santidad, priorizar la voluntad y propósitos de Dios, la certeza de la resurrección o ser odiado por el mundo, entre otras. Esto es parte de nuestro proceso de ser conformados a la imagen de Cristo.
@omargil2582
@omargil2582 3 месяца назад
RESUMEN La predicación "Salvados para una Relación de Pacto" examina cómo Dios se revela a su pueblo a través de la liberación de Israel en el libro de Éxodo, la naturaleza de la relación de pacto que esta liberación establece y sus implicaciones para la vida de los creyentes, y cómo este evento anticipa la doctrina cristiana de la identificación con Cristo. Dios se revela en la liberación de Israel de varias maneras significativas. Las plagas de Egipto, como el agua convertida en sangre y la plaga de ranas, demuestran que Dios es el verdadero sustentador y dador de vida. En su proclamación "Yo Soy el que Soy", Dios muestra su auto existencia y autosuficiencia. Además, su soberanía se manifiesta al cumplir sus propósitos a pesar de la oposición de Faraón y otros. Dios también muestra su justicia y gracia al juzgar a Egipto y rescatar a su pueblo. Finalmente, la fidelidad de Dios es evidente en su cuidado y provisión para Israel, cumpliendo así su pacto. Esta revelación no solo busca que su pueblo le conozca más profundamente sino también que cumplan la relación de pacto establecida con Él. El pacto que Dios establece con su pueblo requiere una vida de devoción y santidad. Esta relación implica consagración y adoración exclusivas a Dios, alejándose de la idolatría. La santificación continua es parte de esta relación, donde las pruebas, como el hambre y la sed en el desierto, purifican al pueblo y los preparan para una vida santa. La observancia de mandamientos y festividades, como la fiesta de los panes sin levadura, sirve para recordar y vivir la redención de Dios, manteniéndose alejados del pecado. Además, vivir según la Palabra de Dios es crucial para mantener esta vida santa y devota, ya que la obediencia a su Palabra trae bendición y vida. El libro de Éxodo también ofrece una anticipación de la doctrina cristiana de la identificación con Cristo. Así como Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, Cristo nos libera del dominio del pecado y nos traslada al reino de Dios. En Cristo, quien es la imagen del Dios invisible, podemos conocer a Dios de manera plena. La comunión con Dios, establecida por Cristo, nos llama a una vida de devoción y santidad. Además, la purificación y santificación vistas en las pruebas y mandamientos de Éxodo se reflejan en la obra de Cristo, quien nos purifica y nos llama a vivir apartados para Dios. En conclusión, la liberación de Israel en Éxodo revela múltiples aspectos del carácter de Dios y establece una relación de pacto que implica una vida de devoción y santidad. Este evento también anticipa la identificación con Cristo, destacando la transformación y la comunión íntima con Dios que los creyentes están llamados a vivir.
@omargil2582
@omargil2582 3 месяца назад
Resumen: Bendito Sea el Señor, Él Estará Contigo El capítulo 18 del libro de Éxodo nos ofrece una visión profunda de cómo Dios cumple sus propósitos a través de su pueblo. La historia de Moisés y el consejo de su suegro Jetro no solo proporciona una lección de liderazgo y administración, sino que también refleja principios espirituales aplicables a la vida cristiana contemporánea. Esta prédica explora cómo Dios trabaja a través de su pueblo, la importancia del consejo sabio, la vida de fe y obediencia en Cristo, y la relevancia de estos principios bíblicos en la práctica diaria. En Éxodo 18, vemos a Dios utilizando a Moisés y Aarón para liberar a Israel de la opresión egipcia, demostrando que los planes divinos se realizan a través de individuos escogidos y del pueblo en general. Esta narrativa subraya la colaboración divina y humana en la consecución de la voluntad de Dios. No solo se trata de liberación física, sino también de la implementación de un sistema justo y equitativo para gobernar al pueblo, lo cual se ve reflejado en la intervención de Jetro. Jetro, el suegro de Moisés, juega un papel crucial al aconsejarle sobre la necesidad de delegar responsabilidades. Al observar el agotamiento de Moisés por juzgar solo al pueblo, Jetro le sugiere seleccionar hombres capaces, temerosos de Dios y de buen carácter para compartir la carga del liderazgo. Este consejo, motivado por la preocupación tanto por Moisés como por el bienestar del pueblo, muestra cómo la sabiduría práctica puede ser una herramienta en los propósitos divinos. La historia de Moisés también es una lección de fe y obediencia. Su disposición para seguir los mandatos de Dios, incluso en circunstancias difíciles, es un ejemplo para los creyentes. Los cristianos están llamados a vivir en obediencia y dependencia de Dios, enseñando y guiando a otros según los estatutos divinos. Esta vida de fe implica confiar en la sabiduría de Dios y en su plan perfecto, reconociendo que somos instrumentos para manifestar su gracia en el mundo. El relato de Éxodo 18 encuentra su paralelo en la obra redentora de Cristo. Así como Dios liberó a Israel a través de Moisés, Cristo nos libera del pecado y nos incluye en los propósitos divinos. En Cristo, los creyentes no solo son salvados, sino también llamados a vivir en servicio y obediencia, reflejando el amor y la gracia de Dios. Esta inclusión en los propósitos de Dios nos invita a participar activamente en su obra, viviendo conforme a los principios del evangelio. La narrativa de Éxodo 18 también nos enseña la importancia de aplicar principios bíblicos en nuestra vida diaria. Los creyentes deben disponer sus vidas al servicio de Dios, delegar tareas cuando sea necesario y confiar en personas capacitadas y de buen carácter. Este enfoque no solo facilita una administración efectiva, sino que también promueve un ambiente de confianza y cooperación, esencial para el crecimiento y la salud de la comunidad cristiana. Éxodo 18 es un capítulo rico en enseñanzas sobre cómo Dios cumple sus propósitos a través de su pueblo. A través de la historia de Moisés y el consejo de Jetro, aprendemos sobre la importancia de la colaboración divina y humana, la sabiduría en el liderazgo, la fe y la obediencia, y la aplicación práctica de los principios bíblicos. Estos elementos no solo son relevantes para la historia de Israel, sino que también ofrecen lecciones valiosas para la vida cristiana de hoy, invitándonos a participar activamente en los propósitos divinos en Cristo.
@omaryutub
@omaryutub 4 месяца назад
Resumen: El Señor Es Mi Estandarte En medio de las batallas de la vida, es fundamental tener un estandarte que nos guíe, nos proteja y nos dé la victoria. Así como los soldados en Waterloo miraban a sus banderas para orientarse en el caos, nosotros debemos proclamar: "El Señor es mi estandarte". Esta afirmación declara nuestra dependencia en Él y reconoce que solo a través de Su poder podemos triunfar. El pasaje de Éxodo 17:8-16 ilustra poderosamente esta verdad. Cuando Amalec atacó a Israel, Dios demostró estar activamente presente entre Su pueblo, peleando por ellos. Aunque ordenó a Josué escoger hombres para la batalla, la victoria no dependía meramente de sus fuerzas humanas. Moisés, portando la vara de Dios, símbolo de Su poder obrador de maravillas, tuvo que alzarla hacia el cielo para que Israel prevaleciera. Dios utilizó instrumentos humanos como Josué, Moisés, Aarón y Hur, pero fue Él quien obró la victoria alzando el estandarte de Su presencia poderosa. Este ataque de Amalec no fue simplemente contra Israel como nación, sino contra el pueblo de Dios. Representó el primer embate de los reinos de este mundo contra el reino de Dios, arquetipo de la guerra espiritual entre la semilla de la serpiente y la semilla de Dios. Por eso, el Señor juró borrar la memoria de Amalec y declaró guerra contra ellos de generación en generación. En la actualidad, vemos esta misma oposición reflejada en los ataques culturales contra la familia y los valores bíblicos, el menosprecio de la imagen de Dios en el ser humano, y la constante resistencia al propósito divino en todas las áreas de la vida. Sin embargo, así como Dios dio la victoria a Israel, Él ya ha vencido por nosotros de una manera mucho mayor. Cristo es nuestro verdadero y eterno Estandarte. Así como la vara de Moisés era el símbolo de la presencia victoriosa de Dios, la cruz de Jesús es nuestro estandarte de triunfo sobre Satanás, el pecado y la muerte. Aunque no peleamos directamente, en Cristo somos más que vencedores, pues Él venció a nuestros enemigos por nosotros. El mejor Intercesor y Sumo Sacerdote, mayor que Moisés y Aarón, obtuvo la victoria definitiva en la cruz. Por tanto, debemos confiar y adorar a Jesús, quien ya ha vencido al mundo. Dios nos ha dado un memorial eterno en Su Palabra para recordarnos y guardarnos de la maldad del enemigo. Somos llamados a pelear las batallas de la vida con la Palabra como nuestra arma, confiando en que la victoria ya está garantizada en Cristo. Proclamemos con fe: "El Señor es mi Estandarte", y avancemos seguros de que en Él somos más que vencedores.
@omargil2582
@omargil2582 4 месяца назад
RESUMEN: Agua de la Roca, Beberán de Ella A lo largo de la historia del pueblo de Israel narrada en el Antiguo Testamento, se hace evidente un patrón recurrente: Dios se muestra fiel en estar con su pueblo y proveer para ellos, pero el pueblo responde con murmuración, dudas e incredulidad. Este pecado de tentar al Señor se ve claramente ejemplificado en el incidente registrado en Éxodo 17, cuando los israelitas contendieron con Moisés y acusaron a Dios de llevarlos al desierto para matarlos de sed, a pesar de las poderosas obras que ya habían presenciado. El acto de murmurar contra las autoridades delegadas por Dios y dudar de sus buenos propósitos constituye una grave ofensa, pues refleja un corazón endurecido que no confía en el Señor. Cuando enfrentamos pruebas o necesidades, la tentación de cuestionar a Dios puede ser fuerte, pero la única manera de vencerla es aferrarnos a Él en fe. En lugar de exigir pruebas o acusar a Dios de maldad, debemos acudir a Aquel que puede hacer brotar agua de la roca para saciar nuestra sed. Nuestro perfecto ejemplo en esto es Cristo mismo. Al ser probado en el desierto, Jesús resistió la tentación confiando completamente en el Padre y citando las Escrituras. Él cumplió en nuestro lugar lo que nosotros somos incapaces de hacer por nuestra naturaleza pecaminosa. Ahora, por medio de nuestra unión con Cristo, tenemos el poder de rechazar la murmuración y crecer en una confianza firme. Sin embargo, esto no significa que la incredulidad ya no sea una amenaza para el creyente. El autor de Hebreos advierte solemnemente sobre el peligro de desarrollar gradualmente un corazón incrédulo que se aparta del Dios vivo. Conscientes de nuestra debilidad, debemos velar sobre nuestras almas y aprovechar los medios de gracia que Dios da a su iglesia para perseverar. Uno de estos medios es la exhortación mutua. El antídoto contra un corazón endurecido por el pecado es una comunidad que se alienta constantemente a aferrarse a Cristo. No podemos darnos el lujo de ser indiferentes o aislados; necesitamos involucrarnos en la vida de una iglesia local, sirviendo y siendo nutridos por medio del discipulado. Al dedicarnos a cuidar espiritualmente de otros, fortalecemos también nuestra propia fe. Mantener firme nuestra confianza en Cristo hasta el fin no es una tarea solitaria, sino un esfuerzo colectivo. Dios nos llama a vivir nuestra fe en el contexto de una comunidad que se centra en el evangelio y se dedica a la edificación mutua. En un mundo lleno de pruebas y dudas, la iglesia debe ser un baluarte de fe donde encontremos aliento y corrección fraterna. Al hacerlo, demostramos la realidad de nuestra participación en Cristo. En última instancia, nuestra confianza inquebrantable depende de la fidelidad de Aquel en quien hemos creído. La historia de Israel nos recuerda cuán frágiles podemos ser, pero también cuán paciente y lleno de gracia es nuestro Dios. Que el ejemplo de Cristo y las advertencias de Hebreos nos inspiren a aferrarnos a Él con todo nuestro corazón, aprovechando cada medio dado para crecer en una fe sólida e incorruptible. Al hacerlo, encontraremos que el Señor es digno de toda nuestra confianza.
@omaryutub
@omaryutub 4 месяца назад
RESUMEN: El Rey Completa Su Victoria La Biblia revela un plan redentor que, lejos de terminar abruptamente, tiene un glorioso desenlace garantizado por la resurrección de Jesucristo. Este evento trascendental no sólo demuestra el poder de Dios sobre la muerte, sino que es la primicia que asegura una gran cosecha venidera. En primer lugar, la resurrección de Cristo marca el inicio de la derrota de todos los poderes y autoridades que se oponen a Dios. A lo largo de la historia, fuerzas malignas como filosofías anticristianas, religiones falsas y el pecado mismo han resistido el reino de Dios. Sin embargo, la resurrección es la irrupción de la vida eterna en este mundo caído, estableciendo el reinado de Cristo que continuará hasta que todos estos enemigos sean puestos bajo sus pies (1 Corintios 15:25). En segundo lugar, Cristo resucitado es las "primicias" que garantizan la resurrección venidera de todos los creyentes en Él, quienes constituyen la "cosecha completa" (1 Corintios 15:23). Así como los primeros frutos de la temporada anticipan la gran cosecha, la resurrección de Cristo es la segura promesa de que los que le pertenecen también serán vivificados en su venida gloriosa (1 Corintios 15:23). Según el orden revelado, primero resucitó Cristo como primicias, luego vendrá la resurrección de los creyentes cuando Él regrese (1 Corintios 15:23). Esta verdad debería llenar de gozo y esperanza a la iglesia, pues aunque aún no hemos resucitado, nuestra resurrección está indisolublemente unida a la de nuestro Salvador resucitado. Finalmente, este proceso culminará cuando Cristo haya abolido todo dominio y autoridad contraria, sometiendo al último enemigo que es la muerte (1 Corintios 15:24-26). En ese momento, entregará el reino perfecto al Padre para que Dios sea todo en todos (1 Corintios 15:28). La resurrección de Cristo inició esta gloriosa secuencia que restaurará la creación a su orden y propósito originales bajo el perfecto reinado de Dios. En conclusión, lejos de quedar incompleto, el plan redentor de Dios alcanzará su consumación gracias al hecho histórico y trascendente de la resurrección de Cristo. Esta verdad debería inspirar a los creyentes a vivir con esperanza, sobriedad y la firme certeza de que la victoria final está garantizada por el Rey resucitado.
@rocioesquivel2473
@rocioesquivel2473 4 месяца назад
Muy importante e interesante afianzar nuestra seguridad de resurrección cuando venga Cristo y la alegría de la victoria de todos los enemigos, incluyendo la muerte ❤
@omargil2582
@omargil2582 4 месяца назад
RESUMEN: El Rey Completa Su Victoria La Biblia revela un plan redentor que, lejos de terminar abruptamente, tiene un glorioso desenlace garantizado por la resurrección de Jesucristo. Este evento trascendental no sólo demuestra el poder de Dios sobre la muerte, sino que es la primicia que asegura una gran cosecha venidera. En primer lugar, la resurrección de Cristo marca el inicio de la derrota de todos los poderes y autoridades que se oponen a Dios. A lo largo de la historia, fuerzas malignas como filosofías anticristianas, religiones falsas y el pecado mismo han resistido el reino de Dios. Sin embargo, la resurrección es la irrupción de la vida eterna en este mundo caído, estableciendo el reinado de Cristo que continuará hasta que todos estos enemigos sean puestos bajo sus pies (1 Corintios 15:25). En segundo lugar, Cristo resucitado es las "primicias" que garantizan la resurrección venidera de todos los creyentes en Él, quienes constituyen la "cosecha completa" (1 Corintios 15:23). Así como los primeros frutos de la temporada anticipan la gran cosecha, la resurrección de Cristo es la segura promesa de que los que le pertenecen también serán vivificados en su venida gloriosa (1 Corintios 15:23). Según el orden revelado, primero resucitó Cristo como primicias, luego vendrá la resurrección de los creyentes cuando Él regrese (1 Corintios 15:23). Esta verdad debería llenar de gozo y esperanza a la iglesia, pues aunque aún no hemos resucitado, nuestra resurrección está indisolublemente unida a la de nuestro Salvador resucitado. Finalmente, este proceso culminará cuando Cristo haya abolido todo dominio y autoridad contraria, sometiendo al último enemigo que es la muerte (1 Corintios 15:24-26). En ese momento, entregará el reino perfecto al Padre para que Dios sea todo en todos (1 Corintios 15:28). La resurrección de Cristo inició esta gloriosa secuencia que restaurará la creación a su orden y propósito originales bajo el perfecto reinado de Dios. En conclusión, lejos de quedar incompleto, el plan redentor de Dios alcanzará su consumación gracias al hecho histórico y trascendente de la resurrección de Cristo. Esta verdad debería inspirar a los creyentes a vivir con esperanza, sobriedad y la firme certeza de que la victoria final está garantizada por el Rey resucitado.
@omargil2582
@omargil2582 4 месяца назад
RESUMEN: Este Es el Pan Que El Señor Les Da En el desierto, después de la salida de Egipto, el pueblo de Israel experimentó de manera contundente la fidelidad de Dios como su proveedor y sustentador. Mediante el envío diario del maná, un misterioso alimento del cielo, y la provisión de codornices, el Señor demostró su capacidad para satisfacer las necesidades físicas de su pueblo. Sin embargo, esta provisión tenía un propósito más profundo que solo alimentarlos - era una lección sobre quién es Dios y cuán digno es de confianza. Al proveer el maná día tras día con instrucciones específicas, Dios estaba probando la obediencia y fe de los israelitas. Lamentablemente, muchos fallaron al desobedecer las reglas sobre recoger solo la porción diaria y no trabajar el día de reposo. Esta desobediencia revelaba su falta de confianza en que el Dios que abrió el Mar Rojo también podría continuar sosteniéndolos fielmente. Las instrucciones acerca del maná tenían como objetivo enseñarles a depender completamente del Señor, no solo para el alimento físico, sino también para el descanso espiritual al santificar el día de reposo para adorarlo. A través de esta experiencia formativa, Dios estaba preparando a su pueblo para comprender una verdad más trascendente - que el verdadero sustento y descanso vendrían en Cristo. Jesús mismo se declaró "el pan de vida" que satisface el hambre y la sed espirituales de la humanidad. Más que el maná temporal, Cristo es el alimento eterno que da vida perdurable a todos los que creen en Él. Él también es el descanso definitivo, quitando la carga del pecado y las ansiedades terrenales a quienes ponen su fe y confianza plena en Él. Por lo tanto, la lección del maná no era solo para los antiguos israelitas, sino que también señalaba hacia adelante al mayor don de Dios para la humanidad - la provisión de Cristo como nuestro verdadero pan de vida y fuente de descanso eterno. A la luz de esta realidad, los creyentes de hoy somos llamados a disfrutar plenamente del sustento y reposo que nos da Cristo. Esto implica alimentarnos diariamente de Su Palabra, obedecer sus mandatos por fe, y encontrar nuestro descanso supremo en nuestra comunión con Él. Al igual que el maná, Cristo es el pan que el Señor nos ha dado, capaz de satisfacer nuestro anhelo más profundo por una vida plena y duradera en Dios.
@victormanuelaraujorodrigue3204
@victormanuelaraujorodrigue3204 4 месяца назад
Pobre de aquellas personas que no quieren saber nada de la palabra de Dios.
@damarisveliz8816
@damarisveliz8816 5 месяцев назад
Mensaje muy confrontativo y me hace pensar en lo mal agradecido que uno es.
@omaryutub
@omaryutub 5 месяцев назад
RESUMEN: El Señor Ha Oído Sus Murmuraciones La murmuración es un pecado frecuente que surge de un corazón insatisfecho e ingrato hacia Dios. Esto se evidenció claramente en el pueblo de Israel durante su travesía por el desierto después de la liberación de Egipto. Cuando enfrentaron la falta de agua y alimentos, en lugar de confiar en Dios, murmuraron contra Moisés quejándose amargamente (Éxodo 15:24, 16:2-3). Su murmuración revelaba corazones descontentos que añoraban las comodidades de Egipto y dudaban de los propósitos de su libertador. Sin embargo, Dios respondió a su pueblo con gracia inmerecida. Endulzó milagrosamente las aguas amargas y les proveyó pan del cielo cada día (Éxodo 15:25, 16:4). Aunque estas provisiones satisfacían sus necesidades físicas, Dios tenía un propósito mayor: santificar a su pueblo por medio de la obediencia a Su palabra. Las instrucciones sobre recolectar el maná eran una prueba para enseñarles a depender de Él y guardar Sus mandamientos, especialmente el reposo sabático (Éxodo 16:4-5, Deuteronomio 8:2-3). La insatisfacción del pueblo reflejaba su lejanía de Dios. Por eso, Él los humilló y disciplinó en el desierto, revelando que el verdadero sustento no proviene sólo del pan físico, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios (Deuteronomio 8:3). En última instancia, Dios proveería el Pan de Vida que satisface plenamente: Jesucristo. Él declaró ser el verdadero pan que descendió del cielo para dar vida eterna a quien crea en Él (Juan 6:30-35). Por lo tanto, la murmuración es un síntoma de un corazón alejado de Dios, insatisfecho con Su gracia y provisión en Cristo. En lugar de quejarnos por nuestras circunstancias, debemos arrepentirnos de esta ingratitud y encontrar nuestra plena satisfacción sólo en Jesús. El ejemplo de Israel es una amonestación para no murmurar como ellos y perecer (1 Corintios 10:10-11). En cambio, al contemplar las infinitas misericordias de Dios en Cristo, podemos glorificarle y perseverar con un corazón agradecido en el proceso de nuestra santificación.
@omargil2582
@omargil2582 5 месяцев назад
RESUMEN La adoración a Dios a través de la alabanza y el canto ha sido una práctica fundamental en la vida de los creyentes a lo largo de la historia. Las canciones han sido un medio poderoso para conmemorar los actos grandiosos de Dios, expresar emociones y transmitir mensajes de manera memorable y emocional. En el Antiguo Testamento, encontramos un ejemplo sobresaliente de esto en el cántico que Moisés y los hijos de Israel entonaron después de ser liberados de la opresión en Egipto. En este cántico, Moisés y el pueblo de Israel alabaron a Dios por dos razones fundamentales: su gloria manifestada y la victoria que les concedió. Primeramente, alabaron a Dios en adoración, reconociendo su grandeza y su carácter como el Dios único, fiel, omnipotente, bueno y misericordioso. Cantaron acerca de quién es Dios, exaltando su nombre y su ser, en lugar de centrar la alabanza en ellos mismos o en las circunstancias. Además, alabaron a Dios por su gloria revelada en la victoria que les otorgó sobre sus enemigos. El cántico describe cómo Dios sometió a los egipcios, utilizando las fuerzas de la naturaleza como instrumentos para derrotar a sus adversarios. Esta victoria no solo demostró el poder soberano de Dios, sino también su compromiso con su pueblo y su propósito de guiarlos a la tierra prometida. La reacción ante la manifestación de la gloria de Dios fue contrastante. Por un lado, las naciones vecinas como los filisteos, edomitas, moabitas y cananeos, temblaron de pavor al reconocer el poder de Dios y su protección sobre Israel. Por otro lado, el pueblo de Dios fue fortalecido en la certeza de que Dios los traería y los plantaría en la tierra que les había prometido como heredad. En el Nuevo Testamento, encontramos una razón aún mayor para cantar y alabar a Dios: la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte en la cruz y su gloriosa resurrección. A través de este acto redentor, Dios ha manifestado su gloria de manera suprema, reconciliándonos con Él y haciéndonos partícipes de un nuevo pacto. Por tanto, como creyentes en Cristo, tenemos el privilegio y la responsabilidad de ofrecer "continuamente mediante Él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre" (Hebreos 13:15). Nuestra adoración debe ser genuina, centrada en Dios y motivada por la gratitud por su gracia redentora. En conclusión, el cántico de Moisés y los hijos de Israel nos recuerda la importancia de alabar a Dios por su gloria manifestada y por la victoria que nos ha concedido en Cristo. Al igual que ellos, debemos cantar con corazones agradecidos, exaltando al Dios único, fiel, omnipotente, bueno y misericordioso, y expresando nuestro amor y gratitud por su gracia redentora.
@omargil2582
@omargil2582 5 месяцев назад
RESUMEN: El Señor Va Delante, Él Peleará por Su Pueblo La historia de la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto, narrada en el libro de Éxodo, es un relato épico que revela la soberanía y gloria de Dios. Este evento trascendental no solo demostró el poder divino sobre las fuerzas tiranas, sino que también estableció el propósito eterno de Dios: ser reconocido y glorificado como el único Señor verdadero. A través de esta experiencia, Dios enseñó a su pueblo a no temer y a permanecer firmes en su confianza en Él --lecciones que siguen siendo relevantes para los creyentes de hoy. El relato comienza con Dios manifestando su señorío sobre Faraón y los egipcios. A través de una serie de plagas y milagros, Dios demostró que Él es el Señor soberano sobre toda la creación. Su propósito era ser glorificado, es decir, que se diera a conocer Su poder y atributos divinos (Éxodo 14:17-18). Incluso la obstinación de Faraón fue utilizada por Dios para mostrar su dominio sobre la maldad y lograr que los egipcios reconocieran que Él es el Señor (Éxodo 14:4, 17). La culminación de este evento fue la apertura del Mar Rojo, lo cual permitió que los israelitas escaparan milagrosamente mientras que el ejército egipcio era destruido. Esta hazaña sobrenatural no solo liberó a Israel de la esclavitud física, sino que también reveló la gloria de Dios como el Salvador de su pueblo (Éxodo 14:30-31). A pesar de presenciar el poder y la protección de Dios, los israelitas experimentaron momentos de temor y duda. Sin embargo, Moisés los exhortó a no temer y a confiar en que Dios pelearía por ellos (Éxodo 14:13-14). Esta lección es fundamental para los creyentes de hoy, quienes enfrentan pruebas y dificultades en sus vidas. En lugar de temer, debemos recordar la salvación poderosa que Dios ha obrado en nuestras vidas a través de Jesucristo. Así como Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, Él nos ha liberado de la esclavitud del pecado y la muerte a través de la cruz de Cristo. Debemos mantenernos firmes, contemplando el propósito glorioso de Dios y confiando en Su cuidado y protección (Romanos 8:28). El relato de la liberación de Israel es un testimonio eterno del señorío y la gloria de Dios. A través de esta experiencia, Dios nos enseña que Él es el Señor soberano y que Su propósito es ser glorificado. Como pueblo redimido, tenemos la responsabilidad de glorificar a Dios en nuestras vidas, reconociendo Su poder salvador y cuidado constante (Mateo 28:20, Juan 16:33, Juan 14:27, Mateo 16:16-18). Al mantenernos firmes en esta verdad, podemos enfrentar cualquier circunstancia sin temor, confiando en que el Señor peleará por nosotros y será glorificado.
@omaryutub
@omaryutub 5 месяцев назад
RESUMEN: Conságrame Todo Primogénito; Me Pertenece. En el relato bíblico de la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto, se revela un profundo anhelo divino: que el pueblo redimido consagre su vida al Señor. A través de los mandatos sobre la celebración de la Pascua, los panes sin levadura y la consagración de los primogénitos, Dios establece un llamado permanente a la santidad y la adoración. Este resumen explora el significado de estas prácticas y su relevancia para la vida consagrada de los creyentes en Cristo. La Pascua y los panes sin levadura fueron instituidos como memoriales de la poderosa intervención de Dios al liberar a su pueblo de la opresión egipcia. La Pascua conmemoraba la preservación de los primogénitos israelitas mediante el sacrificio de un cordero (Éxodo 12:43-51), mientras que los panes sin levadura simbolizaban la pureza y la separación de la contaminación del pecado (Éxodo 13:3-7). Estos ritos no solo recordaban el pasado, sino que también instaban al pueblo a vivir una vida de adoración y gratitud por las obras redentoras del Señor. Además de estos memoriales, Dios ordenó la consagración de los primogénitos, tanto humanos como animales (Éxodo 13:11-12). Esta práctica reconocía que todo primogénito pertenecía al Señor, quien había redimido a su pueblo al herir a los primogénitos de Egipto (Éxodo 13:13). Al consagrar a los primogénitos, Israel reconocía que su vida entera pertenecía a Dios, su Libertador. De esta manera, el pueblo elegido era identificado como el "primogénito" del Señor (Éxodo 4:22-23), llamado a una relación íntima y exclusiva con Él. Estos mandatos no solo tenían un propósito presente, sino que también apuntaban a la necesidad de enseñar a las generaciones futuras sobre la obra redentora de Dios (Éxodo 13:14-15). Los padres tenían la responsabilidad de instruir a sus hijos en la fe, asegurando que el conocimiento y la adoración al Señor se perpetuaran a través de los siglos. Esta enseñanza en el hogar garantizaría que el legado de la salvación divina no se perdiera en el olvido. En el Nuevo Testamento, estas prácticas encuentran su cumplimiento en Cristo, el Cordero Pascual perfecto (Juan 19:36; 1 Pedro 1:19-20). Mediante su sacrificio redentor, Jesús liberó a su pueblo de la esclavitud del pecado y la muerte. Así como los primogénitos israelitas fueron redimidos, los creyentes en Cristo han sido santificados y consagrados a Dios (Juan 17:19-20; Colosenses 1:21-22). Esta consagración no es meramente un ritual, sino una vida de adoración y proclamación del evangelio (Colosenses 1:27-29). Los mandatos dados a Israel sobre la Pascua, los panes sin levadura y la consagración de los primogénitos no fueron meros ritos vacíos, sino llamados divinos a una vida consagrada al Señor. En Cristo, este llamado se ha hecho realidad de una manera aún más profunda. Como pueblo redimido, estamos llamados a vivir vidas santas, recordando continuamente la obra redentora de Dios y enseñando a otros sobre su gracia salvadora. Que nuestra consagración sea un testimonio vivo del poder transformador del Evangelio, atrayendo a otros a una relación íntima con el Señor Jesucristo.
@omaryutub
@omaryutub 6 месяцев назад
Resumen: De Esclavos a Adoradores: Una Promesa Cumplida La alegría se desborda cuando una promesa se cumple, mientras que la decepción se apodera de nosotros ante una promesa rota. El libro de Éxodo es una celebración del cumplimiento de la promesa que Dios hizo a Abraham de tener una descendencia numerosa y de bendecir a todas las naciones a través de él. En el capítulo 12, vemos cómo Dios libera a los israelitas de la esclavitud en Egipto, cumpliendo así su pacto con Abraham. En primer lugar, el pueblo de Dios sale de Egipto con todas las provisiones necesarias para la vida. La última plaga, la muerte de los primogénitos, fue el juicio final sobre los dioses falsos de Egipto, demostrando la supremacía del Dios verdadero. Los israelitas salen libres, sin las condiciones opresivas impuestas por el faraón. Además, se les instruye a abandonar la levadura, símbolo de la contaminación de Egipto, y a buscar la santidad en su adoración a Dios. Él los provee con riquezas materiales y ganado para los sacrificios, mostrando su cuidado por sus necesidades físicas y espirituales. En segundo lugar, se cumple la promesa que Dios hizo a Abraham. El pueblo que sale de Egipto es numeroso, con unos seiscientos mil hombres sin contar mujeres y niños. Además, se une a ellos una "multitud mixta" de otras naciones, prefigurando la bendición prometida a todas las naciones a través de la descendencia de Abraham. Aunque este éxodo no representa el cumplimiento definitivo del pacto, es un paso importante en esa dirección. Finalmente, el Nuevo Testamento revela que Jesucristo es el cumplimiento definitivo de la promesa de Dios a Abraham. Así como Dios liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto, Jesús nos libera del dominio del pecado y de los poderes espirituales que nos oprimen. Él nos hace santos mediante su sacrificio y nos provee todo lo necesario para la vida y la piedad. Pero lo más importante es que Jesús cumple el pacto con Abraham al reunir un pueblo de adoradores de todas las naciones, tal como se describe en Apocalipsis 5:9-10. En resumen, el libro de Éxodo celebra el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham al liberar a los israelitas de Egipto. Pero esta liberación física apunta hacia una liberación espiritual y eterna lograda por Jesucristo, quien nos convierte de esclavos del pecado a adoradores del Dios verdadero. Por ello, conmemoramos y proclamamos esta obra redentora de generación en generación.
@omargil2582
@omargil2582 6 месяцев назад
RESUMEN Prédica: Él Es la Pascua del Señor La Pascua es una de las festividades más significativas en el judaísmo, ya que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto. Sin embargo, esta celebración encuentra su cumplimiento definitivo en Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. En el libro de Éxodo, Dios establece la Pascua como un memorial para que su pueblo recuerde perpetuamente cómo los liberó de la última y más devastadora plaga sobre Egipto: la muerte de los primogénitos. Mediante el sacrificio de un cordero sin defecto y la aspersión de su sangre en los dinteles de las casas, la muerte pasó de largo a los israelitas, dándoles la libertad anhelada. Esta ceremonia prefiguró el sacrificio redentor de Cristo en la cruz. Así como el cordero pascual era escogido sin mancha, Jesús vivió una vida perfecta y sin pecado, cumpliendo cabalmente la ley de Dios. Su sangre derramada en el Calvario se convirtió en el medio para que la muerte eterna pasara de largo a todos los que creen en Él. Juan el Bautista lo reconoció como "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). El mismo Jesús enseñó que para tener vida eterna, es necesario "comer" su carne y beber su sangre (Juan 6:53-57), refiriéndose simbólicamente a apropiarse de los beneficios de su sacrificio. Por lo tanto, los cristianos ya no necesitan celebrar la Pascua judía, pues Cristo la cumplió plenamente. En su lugar, conmemoramos la Cena del Señor, que representa el nuevo pacto sellado con la sangre de Cristo. El pan sin levadura simboliza su cuerpo entregado por nosotros, y el vino representa su sangre derramada para perdón de nuestros pecados. Esta celebración no sólo recuerda su muerte expiatoria, sino que también anticipa su segunda venida gloriosa. Así como la fiesta de los panes sin levadura instituida en Éxodo representaba dejar atrás la "levadura" o contaminación de Egipto, los creyentes en Cristo estamos llamados a vivir vidas santas y sinceras, apartadas de nuestro viejo modo de existir alejados de Dios. El apóstol Pablo exhorta: "Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aún Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado" (1 Corintios 5:7). Nuestra adoración y obediencia a Dios deben manifestarse en una conducta pura y genuina, libre de hipocresía y malicia. En conclusión, la Pascua encuentra su consumación en Jesucristo, el Cordero inmaculado cuyo sacrificio nos libra de la esclavitud del pecado y la muerte. Así como Dios constituyó esta celebración para que Israel recordara su liberación de Egipto, los cristianos tenemos el deber de proclamar y enseñar a Cristo como nuestra Pascua, adorándole con vidas plenamente consagradas a Él, dignas de tan grande salvación.
@omargil2582
@omargil2582 6 месяцев назад
RESUMEN Prédica: Densa Tiniebla Sobre Egipto por Tres Días La muerte es un tema que atormenta a la humanidad desde tiempos inmemoriales. A pesar de ser un fenómeno inevitable, los seres humanos experimentamos un profundo temor hacia ella. Sin embargo, las Escrituras revelan que Dios es el Señor sobre la muerte, y a través de los eventos narrados en Éxodo 10:21-11:10, se demuestra su soberanía absoluta sobre este suceso. Dios instruyó a Moisés a extender su mano hacia el cielo para traer densas tinieblas sobre la tierra de Egipto durante tres días (Éxodo 10:21-22). Esta plaga tenía un significado profundo, ya que desafiaba directamente la mitología egipcia y su adoración al dios sol, Ra. Las tinieblas eran un presagio del juicio inminente de Dios sobre el faraón y su pueblo debido a su desobediencia obstinada. A pesar de las advertencias divinas, el faraón permaneció inflexible, negándose a liberar al pueblo de Israel. Incluso intentó negociar con Dios, ofreciendo dejar ir a los hombres sin sus familias y animales (Éxodo 10:24-26). Sin embargo, Moisés rechazó esta propuesta, ya que la adoración a Dios debía realizarse en familia y con los sacrificios apropiados. Dios anunció que traería una última plaga sobre Egipto, después de la cual el faraón dejaría ir al pueblo israelita (Éxodo 11:1). Esta plaga sería la muerte de todos los primogénitos en la tierra de Egipto, desde el hijo del faraón hasta el primogénito de la sierva y las bestias (Éxodo 11:4-6). Sin embargo, Dios haría una distinción entre los egipcios y los israelitas, protegiendo a estos últimos del juicio (Éxodo 11:7). Las tinieblas y la muerte anunciada como juicio sobre Egipto representaban el castigo divino por el pecado. Sin embargo, Dios proveyó una salida a través de Jesucristo, quien venció a la muerte al cargar con el juicio del pecado en la cruz. Aquellos que creemos en Cristo somos librados de la muerte eterna y podemos disfrutar de la vida eterna en comunión con Dios (1 Corintios 15:55-57). La narración de Éxodo 10:21-11:10 demuestra el dominio absoluto de Dios sobre la muerte y su justo juicio sobre el pecado. Sin embargo, también revela su gracia y misericordia al proveer una salida a través de Jesucristo. Como creyentes, debemos vivir sin temor a la muerte, confiando en la esperanza de vida eterna en Cristo y adorando al Señor con firmeza y constancia (1 Corintios 15:58).