En el minuto 30 Juan Manuel de Prada había hablado 5 minutos frente a los otros 25 monopolizados por el otro señor que no tengo ni idea quién es. Ahí he desconectado porque el que me interesaba era de Prada y no el otro señor.
Ojalá todas las presentaciones fuesen tan dinámicas y divertidas como esta de Diego Medrano. Presentación que, además, se nota y agradece que sea hecha por alguien que, sin duda, conoce el oficio de escribir.