Un niño que esperó más de 9 años para festejar navidad, recibir un regalo, y esta vez, compartir la alegría y el asombro con sus mapadres.
Una adolescente que por primera vez, casi a sus 15, se va de vacaciones, fotografía todo y arma un álbum, porque hay mamá que acompaña y motiva a mirar, sentir, crear.
Una piba que a sus 13 puede volver a festejar fin de año con sus hermanos, porque ahora tiene una familia que vuelve seguro ese reencuentro.
Dos chicos que se vuelven hermanos a través de la adopción, porque hay mamá y papá que hacen el aguante, porque solo en familia se aprende a ser familia.
Un nene que comprende cómo funcionan las R y las doble RR porque hay casa, tiempo, cuidado... y con familia, una paciencia infinita que nunca había conocido...

Te lo contamos porque lo sabemos. Y lo sabemos porque lo vivimos. Anímate. Pensalo. Preparate. Porque te están esperando...
#AdoptenNiñesGrandes