Es un cuento que, leído con (y me disculpo por no hallar la palabra precisa) solemnidad, funciona como un perfecto cuento de horror cósmico; y leído en clave de parodia (algo tan propio de Borges como la burla, la ironía y demás villanías divertidas), resulta un relato irresistiblemente cómico. Muy buena lectura. Un placer escucharle. Saludos.
Nunca entenderé cómo puede ser que les importe más mostrar "que leen de corrido" en lugar de mostrar que piensan lo que leen. Están leyendo a Borges, señores... No están leyendo el Clarín!!! Más respeto.