Por fuentes etnohistóricas se sabe que las lagunas de montaña eran sitios sagrados y rituales donde se ofrecían, entre otras, piezas de orfebrería, que en su tiempo se consideraron pagamentos, ofrendas para entidades sobrenaturales. Es decir, fueron depositadas con un sentido y con base en una forma particular de concebir la relación con lo sagrado y mantener el equilibrio con la naturaleza. Intentar extraer dichos objetos, implicaría desconocer las intenciones que motivaron a los grupos antiguos y rompería el vínculo que a través de dicho acto establecieron con su entorno. Aunque se trate de investigaciones de carácter científico, a la larga se estaría replicando la misma lógica extractivista que imperó sobre estos sitios desde la invasión europea, que buscaba, además del usufructo material, la desacralización del territorio y la desconexión espiritual con la tierra. Mientras los museos y laboratorios se nutren de objetos “arqueológicos”, los antiguos sitios sagrados naturales se despojan de significación espiritual, y por tanto de una de sus dimensiones tradicionales de valor, para terminar siendo parte del paisaje profano, susceptible de explotación. Considero cuestionable el hecho de explorar arqueológicamente las lagunas, por el transfondo extractivista que conlleva, el cual vuelve a meter el dedo en la herida colonialista que no ha sanado este territorio. Habiendo tantos contextos arqueológicos por investigar en Colombia, pero sobre todo por divulgar y proteger, ¿no será mejor tratar de mantener estos espacios naturales y para muchos “sagrado” al margen de la intervención arqueológica, como un simbolo de respeto por el legado y significación que le dieron los grupos antiguos y que aún mantienen muchas comunidades?
Valdría preguntarse por la pertinencia de realizar arqueología en lagunas del altiplano, teniendo en cuenta las actuales valoraciones de estas como “sitios sagrados”, tanto por comunidades indígenas como por grupos en vías de reetnización y otros. Es decir ¿se ha considerado consultar con las comunidades?
El cacao seco es utilizado en la cultura Kuna en lo espiritual, su humo sirve para ahuyentar a los malos espíritus, ya sea en los Pueblos, montañas, mares y rios.
Si los jóvenes quieren tomar yage pero no leer, es porque actualmente se necesita una cantidad absurda de estímulo para mantener a un cerebro concentrado en una lectura y más cuando son teorías que implican muchos conocimientos previos. En el yage se encuentra una manera multi(extra)sensorial de aprender cosas, dando paso a formas diferentes de conocimiento que sirven no sólo en el ámbito académico sino también en el personal, termina resultando más útil una copita de yage que leer un libro de teoría marxista.
Execelente trabajo, felicitaciones al Instituto Colombiano de Antropología por atreverse a realizar esta serie de documentales en defensa de las fuentes hídricas.
Las decomisaron, pero de seguros los decomisadores ya las vendieron al extranjero. Mejor las hubieran dejado allí, se nota que el coleccionista las cuidaba muy bien
Si quieren hacer algo por los pueblos indígenas entonces deberían devolverles las tierras que le quitó la república. No una pantomima con un oro que regalaron durante las misma república. Lo que necesitan y merecen las comunidades de indios es construcción de vías, preferiblemente vías férreas que los conecten con el resto del país, tierras, insumos y entrenamiento para cultivar sus tierras, educación y salud.
Uff que montón de mentirás, se metieron la academia por el 🍑y politizaron el debate. Quien quiera informarse realmente sobre este tema, puede buscar en este mismo canal, verdaderos debates, compuestos por verdaderos académicos, con verdaderos argumentos. Antes de pensar en repatriaciones que no tienen piso jurídico, deberíamos encaminarnos a recuperar los tesoros que los propios colombianos nos dedicamos a expoliar y que, al contrario de lo que dicen estas personas, seguimos expoliando por medio de la guaquería. Incontables piezas hoy descansan en colecciones privadas, ya que no hay un marco legal adecuado para proteger el patrimonio cultural. Aunque es verdad que el presupuesto en Colombia para realizar investigación en este campo, siempre ha sido muy pobre, cabe recordar que se redujo drásticamente en este gobierno.
Lavinia fiori,señorita si algún día lee esto,pienso que si somos pobres,bien empobrecidos por el sistema esclavista,yo pienso que nos estás pensando muy mal,quienes son los magnates en la costa caribe los negros?en el Pacífico colombiano el pensamiento neoliberal mato nuestra cultura cuando llegaron los negros académicos falsificados por este sistema
Decir que los cazadores recolectores eran igualitarios es una sandez, y no no eran sociedades, eran familias, eran clanes familiares donde el jefe era padre más fuerte y más tirano...y claro, no pasaban de la docena o veintena de miembros...en algún caso llegarían a cincuenta, pero había un jefe seguro, y un chamán, y mucha tirania y salvajada tipica.
Si no hay caballos, el radio de influencia u ocupación de un "poder" o cacique, no puede ir más allá de 10 km o máximo 20 km de radio , lo que se pueda hacer caminando en máximo cuatro o cinco días ida y vuelta...de caza o de control. Todo lo demás es absurdo. Y hablar de zonas de cientos de kilómetros de radio ya es demencial en unas sociedades sin caballos ni posiblidad de transporte por río, es decir, todo lo que no es río, ni existe como sociedad.