Si algún día visitas mi tumba no llores, solo imagina que estoy durmiendo Te visitaré con el alba, te abrazaré con el viento, te besaré con la lluvia y cantaré para ti en silencio Nunca pienses que me he ido, porque entonces... entonces, si habré muerto. Un hasta luego , que no un adios
Que hermoso cuánto amor mi cielo y cuánto ves la belleza de ella y Dios siempre la amo desde antes que naciera y le diera esta vida y le dio tanto amor para que pueda dar incondicionalmente 💖💖💖💖
Yo solo quisiera un momento para abrazarla y verla y platicar con ella todas las cosas que han pasado desde su partida, pero se que ella ya debe descansar en paz, su alma, me amo y eso es valioso para mí y lo llevo en mi mente y corazón hasta que estemos juntos de nuevo si Dios lo permite
Dios...que ternura...dulzura...pasion...y la eterna pregunta...ella no tuvo la culpa....noo tampoco Yo... el reclamo Bendito al Señor Por ...Dios...que hermosura Sin Culpas...Era tan Bella... Sin Reclamos...El rio..mar...va...
Hay un poema hermoso llámalo El himno rústico pensaba que el autor es el señor José Ángel buena pero no lo encuentro por ninguna parte quisiera que algunos de uds que leen esta página me dieran alguna información al respecto.gracias
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.