La historia de Favaloro conta toda la estupidez y la ignorancia de la politica argentina en el curso de las epocas. Gentuzas, politicantes, hipocritas en todo lado. No somos un pais pobre sino un pobre pais
Como nos digitan la vida los padres, la sociedad, el estado, la iglesia y todos. Son los hacedores de nuestras desgracias e infelicidades. Despué se mueren, desaparecen, y nunca se hicieron cargo. Pero el mal está hecho y el tiempo acabado. Qué cruel injusticia. Y las víctimas son catalogados de resentidos...