Sólo queda contemplar que es imposible a diario en cada ocasión aguantar tanta presión y evitar la depresión que produce la tensión de ver entrar por la puerta de tu casa la pobreza. Es una triste situación la de ver en su habitación a tu madre secarse las lágrimas porque tu padre trajo nóminas que no hicieron honor al sudor que siendo tinta habría escrito tantas páginas. "Zénit, ¿te imaginas, un mar de rosas bañando el camino por el que caminas?" No, no lo imagino, sólo veo la luz al final del túnel cuando el Hip-Hop de mis cascos me acompaña en el camino....
Estoy en el cuarto de mi primo mayor. Él tiene 14 años, yo 7. Está sentado en una silla giratoria adornada con el escudo del Barça mientras se entretiene en su ordenador nuevo. Un ordenador el cual tiene la misma altura que profundidad. Yo estoy al lado, sentado en la cama con la espalda dejada caer en la pared, mirándolo, pensando que quiero ser como él, quiero ser ya grande, quiero poder hacerme una cresta con gomina, ponerme sudaderas, ir a patinar y estudiar en el instituto. En un momento dado decide poner una canción que consigue captar mi atención... ¿Qué es esto? - pienso. Acaba de cambiarme la vida (pero yo aún no lo sé). Desde ahora para ser como mi primo mayor también escucharé esa música. Termina la canción y decide iniciar una partida al Counter 1.6. Es entonces cuando aprovecho para ir al servicio mientras él busca un servidor para jugar. Salgo de la habitación, recorro el pasillo del piso de mi tía corriendo para no tardar nada en ir y volver del baño, no quiero perderme el inicio de la partida que mi primo se dispone a jugar. Salgo de baño y repito el mismo recorrido en dirección contraria, a la misma velocidad. Pero al llegar no está mi primo... El cuarto ha cambiado... Vuelvo al salón y ahora mi tía, que me acababa de preparar la merienda, es una señora que peina canas... No entiendo nada. Le pregunto por mi primo y me responde que no sabe si vendrá, que sale tarde del trabajo y se va directamente a su casa... Confuso vuelvo a la habitación con la fe de que todo haya sido una extraña alucinación y ahí esté mi primo jugando. Pero no es así... Donde antes había una silla giratoria del Barça ahora hay una mesa de planchar, la cama ha cambiado de sitio, ya no hay ningún póster, ni siquiera huele a la colonia de mi primo... ¿Qué ha pasado? Aún no lo sé... Pero intuyo que ha pasado el tiempo demasiado rápido y que por eso ahora mi primo tiene 33 años, yo 26 ... Desde aquella tarde de invierno de 2004 llevo escuchando rap, todo gracias a que aquél niño de 14 años al que yo veía como un ídolo decidió poner "Zenit - Al Final Del Tunel" para probar sus nuevos altavoces... Siempre que me asalta la nostalgia vuelvo a esta canción para recordar cómo era el tenerlo todo por descubrir, la infancia, la vida sin móviles, la familia al completo, las mañanas de colegio, las tardes de juego... Y sobretodo para rememorar las cosquillas en el estómago que sentí a mis siete años cuando escuché por primera vez rap, de la mano de Zenit. Gracias. Un apunte: ayer (seis de octubre de 2023) íbamos los dos solos en el coche (no se suele dar esa situación) y aproveché la ocasión para, de manera premeditada, añadir a la cola de Spotify esta canción para que saliese "inesperadamente"... Su reacción fue súper gratificante para mi pues él llevaba sin escuchar esta canción desde que era un crío. "Me has devuelto quince años atrás" me dijo... La conversación derivó en hablar de aquellos tiempos... de aquellos dos niños que se pasaban horas en una habitación, divirtiéndose, sin preocupaciones.