“Te quiero mucho, donde yo vaya, a mi lado te llevaré.” Pastorcita de tierras del sur, diosa de parajes e imponentes cordilleras, tu desgastado atuendo, sudor y empinadas travesías trazan caminos que van desde Bolivia hasta toda América Latina. Caminos y veredas que tocan las fibras más profundas de nuestros corazones. Pastorcita boliviana, a través de las majestuosas estrofas de nuestros hermanos de Kala Marka haces estremecer nuestros corazones. Hueles a perfume de los Andes; las arrugas de tu rostro y lo curtido de tu piel son tatuajes hechos con amor por el sol y el viento. Aun cuando te ganas el pan con el sudor de tu frente, eres libre como el viento, libre para bailar y deambular por los Andes. Pastorcita, eres en realidad libre y transparente como el viento; el amanecer marca esa travesía interminable. Baila, pastorcita, sigue bailando por favor; mi corazón rebosa de gozo y alegría al escuchar el sonido de tus zapatitos bailar. Sigue bailando, por favor, que tu ritmo me hace olvidar el añoro por visitar la majestuosa Bolivia. Pastorcita, siempre estarás en mi corazón.
Que bella cultura tenemos los bolivianos, cultura viva de todos los días, no de museo aunque malos vecinos quieran apropiarse de nuestra esencia nuestra alma que vibra por esta tierra bendita que se llama Bolivia
No existe la saya cochabambina, que le dedique una canción al ritmo caporal esta bien, pero decir "saya cochabambina" eso es robo al vecino departamento de la paz
En el tiempo … estás ahí donde te guardo amor de mi vida… no podrás salir por que te tengo impregnado como parte de mi …. Gracias al poema hecho canción … ❤❤❤❤
Que hermosa melodía tiene esa quena, me hacia recordar cuando la tocaba desde el alto del cerro o en las nevadas pastando mi vida. que orgullo siento al saber que nunca se perdió. al menos la parte mas hermosa de la original. La melodía no trata de lo triste. Es mas bien la parte final de una melodía mas grande donde nos anuncia el día. y lo hermoso que es vivir. ese tono ya es como la tarde casi noche al regresar a nuestras casas. con dormir en mente pero esperando la sorpresa de una fiesta.