¡A punto de morir en el mar! 

Días se convirtieron en noches interminables mientras el bote se mecía sin rumbo fijo, a merced de las corrientes y los vientos cambiantes. El suministro de alimentos y agua se agotaba rápidamente, y la esperanza comenzaba a desvanecerse con cada hora que pasaba sin avistar tierra firme.
Durante una tormenta particularmente violenta, una ola gigante se estrelló contra el bote, rompiendo parte del casco y haciendo que el agua comenzara a filtrarse rápidamente. La familia se vio obligada a usar cubos y las manos desnudas para sacar el agua mientras luchaban por mantenerse a flote en medio del caos.
Los días se convirtieron en una bruma borrosa de agotamiento y desesperación, mientras la familia luchaba por mantener viva la esperanza en medio de la incertidumbre. Sin brújula ni mapa, estaban perdidos en un vasto océano, sin saber si algún día volverían a pisar tierra firme.