No es arrogancia. Es crítica científica. No es relativista. Es metodica. En todo caso la tradición en cierta medida ha hecho lo mismo al decidir, que escribir y que no en los evangelios.
De los 4 hechos, el problema es la tumba vacía. No hay tal cosa en los testimonios más tempranos de la resurrección. Si los evangelios tienen 40 años de atraso respecto a los hechos, hay que pensar la resurrección de otra manera. Lógicamente sin negar el impacto de la misma en los discípulos.
Criticar de subjetiva esa búsqueda, es relativizar el impacto objetivo justamente mencionado anteriormente, de Jesús como el más influyente de la historia.
Los cristianos no daban su vida por la literalidad corporal de la resurrección. Daban la vida por entender a Jesús como Señor, Hijo de Dios. Titulos que legalmente eran utilizados para el emperador. El Imperio de Roma sintió subversividad en la predicación del imperio divino de Jesús.