Temporada 3 Episodio 11
Tapizada en talavera poblana, un palacio Barroco Novo-hispano que no resulta indiferente para nadie que camina por el centro histórico de la Ciudad de México, ni que tampoco resultaba indiferente para los paseantes de antaño que deambulaban por esta calle, la calle Plateros, después San Francisco, hoy Avenida Francisco I. Madero. De todos los palacios que tiene esta ciudad, este sin duda es uno de los imperdibles que retratan la belleza de nuestro pasado Virreinal.
Pasear por las calles del Centro de la Ciudad de México y no entrar al Sanborn’s de los Azulejos, es no haber dado el paseo completo. Más allá de la cadena de establecimientos, este edificio en particular ha sido testigo de acontecimientos importantes de la historia de México.
Alguna vez el terreno donde hoy se encuentra esta construcción, fue propiedad de Hernán Cortés quien posteriormente se lo cedió a Antonio Burgueño.
Cuando vemos este tipo de fachadas, es inevitable preguntarse qué habrá vivido ahí. Esta casa fue construida por los Condes del Valle de Orizaba en 1737, y en 1903 fue ampliada para salir hasta la calle 5 de mayo que es justo como está en la actualidad, con entradas por 5 de Mayo y por la Calle Peatonal Madero. Esta casa fue habitada por los Condes del Valle de Orizaba y sus descendientes hasta recién consumada la Independencia de México, después de ello la residencia fue comprada por varios personajes destacados de México para cambiar su uso residencial y la convirtieron en el Jockey Club de México en 1881. Y no siempre se le conoció como la Casa de Azulejos en el siglo XVIII se le llamaba el Palacio Azul.
Esta casa que un principio fueron dos casas, las cuales se unieron a mano de Graciana Suárez de Peredo cuando se caso con el segundo Conde del Valle de Orizaba. Cuando esta casa dejó de ser propiedad de los Condes fue adquirida por el abogado Martínez de la Torre que solo duro poco más de 5 años como dueño para por fin pasar a la familia Yturbe Idaroff, quien fuera dueña de la casa hasta 1978 pero ellos la habitaron solo hasta 1881, cuando fue rentada para el Jockey Club.
A un lado de la casa en el callejoncito llamado ahora calle de Condesa, cuentan que en una ocasión se toparon dos personajes importantes con sus carruajes de frente, y como no podían pasar los dos al mismo tiempo, uno de ellos debía echarse en reversa, pero para ellos esto representaría restar importancia a su apellido ante el del contrario, por lo que ambos se quedaron ahí frente a frente durante tres días, hasta que el Virrey dio la orden de que ambos retrocedieran al mismo tiempo y regresaran por donde habían venido. Esos conflictos por el honor, eran muy interesantes.
Esta casa fue testigo de la entrada triunfal del Ejército Trigarante al mando de Agustín de Iturbide, cuando se declaró la Independencia de México. Se levantó un arco representando el triunfo y fue adornado con guirnaldas y alegorías pintadas en el soporte del arco por los artesanos de la ciudad, en ese momento Agustín de Iturbide recibió las llaves de la ciudad, hecho que quedó plasmado para la posteridad en una acuarela de autor anónimo titulada ‘Entrada del ejército Trigarante a México’, y a la derecha de la pintura se puede ver La Casa de Los Azulejos con sus balcones engalanados con terciopelo carmesí. Esta obra se encuentra en uno de nuestros museos favoritos en la ciudad, el maravilloso MUNAL.
Más de 80 años después en 1903, dos hermanos farmacéuticos estadounidenses Walter y Frank Sanborn llegaron a México para inaugurar ‘Sanborn American Pharmacy’, su primera tienda en el Centro de la Ciudad de México en la calle Filomeno Mata. Durante la primera década del siglo XX, estalla la revoluciono mexicana, y es de esta época que las tropas zapatistas llegan a la Ciudad de México, y visitan el Sanborn’s para ‘fusilarse’ y buen café con pan después de pasar largas temporadas comiendo frijoles con tortillas y agua ardiente. En 1917, Frank decide cambiar de sede su negocio y rentar la famosa Casa de los Azulejos que se encontraba prácticamente en el abandono, y después de casi tres años de trabajos de remodelación y adaptación para su negocio abrió el famoso salón de té y café, fuente de sodas, farmacia y dulcería a donde asistieron con un mucho éxito en su inauguración grandes personalidades de la época.
Existen distintos informes sobre esta visita, algunos dicen que se fueron sin pagar y otros dicen que pagaron su cuenta religiosamente, eso nunca lo sabremos con certeza, solo los que estuvieron ahí.
En el año 1925 el dueño de la casa Don Francisco Sergio Yturbe contrató a José Clemente Orozco para que pintara en la escalera principal el mural Omnisciencia, que describe justo eso, el como llegar a la omnisciencia, al equilibrio y a convertirse en un ser más elevado, un equilibrio entre lo femenino y lo masculino entregado por las manos de los dioses.
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29 июн 2020
