Utilizar el líquido de cocción de las gambas para cocer las patatas en una ensaladilla no es recomendable por varias razones: Riesgo de contaminación: Las gambas, al cocerse, liberan sustancias y posibles contaminantes que pueden estar presentes en sus cuerpos y caparazones. Entre estos, podría haber trazas de cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos. Puede contener sustancias que provienen de la piel y otros órganos internos de las mismas, incluyendo posibles residuos de su alimentación, desechos orgánicos, bacterias y otros microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud si se utiliza para cocer las patatas. En lugar de utilizar el líquido de cocción de las gambas, es recomendable cocer las patatas en agua limpia y fresca para evitar cualquier riesgo de contaminación. Alteración del sabor: El agua de cocción de las gambas tiene un sabor muy fuerte y salado, que podría dominar el sabor de las patatas, haciéndolas menos agradables en la ensaladilla. Las patatas suelen tener un sabor suave y neutro, que es ideal para absorber otros sabores en el plato, por lo que es preferible cocerlas en agua limpia. Textura de las patatas: Cocer las patatas en el líquido de las gambas, que puede ser más concentrado y con restos de proteínas y sales disueltas, podría afectar la textura de las patatas, haciéndolas más firmes o gomosas, lo que no es deseable en una ensaladilla. Apariencia: El líquido de cocción de las gambas podría tener un color rosado o anaranjado, que podría teñir las patatas, cambiando su apariencia habitual y restando atractivo al plato final. Por razones de seguridad, sabor, textura y apariencia, es preferible cocer las patatas en agua fresca y limpia y desechar el líquido de cocción de las gambas.
