Tarde o temprano, todo cristiano descubre que la vida espiritual no es una aventura romántica sino una guerra inevitable.
Para sobrevivir en esta batalla es imprescindible saber quién es nuestro enemigo y apropiarnos de la armadura adecuada.
Dios nos ha provisto de las herramientas necesarias para permanecer firmes y vencer.
La pregunta para nosotros es: ¿Quiero pelear esta batalla? Si es así, necesitamos tomar toda la armadura de Dios y habiendo acabado todo, estar firmes.
11 сен 2024