¿Cuál fue la singularidad de la causa Ford? ¿Por qué fue un juicio histórico y qué retos implicaba acreditar penalmente la responsabilidad empresarial en los crímenes de la dictadura? El capítulo relata los inicios del juicio y cuenta las historias de Pedro Troiani y Adolfo Sánchez, que en ese entonces eran delegados gremiales en la Planta Pacheco de Ford. Ambos fueron secuestrados en 1976: Pedro, de su puesto de trabajo, y Adolfo, en su casa de la localidad de Tigre. Luego de un año de cautiverio, recuperaron su libertad. Pedro Troiani montó un taller de chapa y pintura, donde hoy trabaja su hijo Marcelo. Adolfo Sánchez se dedicó a la lucha libre y poco después ingresó a la troupe de Titanes en el ring. Cuarenta y dos años después, declararon en el juicio. “A los delegados había que eliminarlos y no tenía que haber sindicalismo dentro de la fábrica”, sostuvo Troiani. Los testimonios permitieron reconstruir las prácticas criminales de la empresa: apoyo logístico, listas, señalamientos y la existencia de un espacio de tortura en el quincho de la propia planta de Ford. El relato del capítulo también nos devuelve una mirada entrañable sobre las familias, sus memorias y los legados abrazados por las nuevas generaciones.
5 сен 2024
