En la comunidad de Xocoyolzintla, conocimos a Don Gregorio Casarrubias y a parte de su familia, primero nos mostró con la ayuda de su nieto la manera de uncir su yunta de mulas que es todo un arte de paciencia y cariño, porque estos animales son muy nerviosos. Lentamente, con todo cuidado preparan la yunta. Sabias manos que atienden a las mulas para iniciar el difícil trabajo de arar. Ya uncidos los animales, se tienen que nivelar para que jalen parejo. Cada mula o macho se enyunta y se controla por separado. Con una mano el gañán manejará el arado, con la otra maneja los animales, cada uno con su brida o mecate. Es todo un trabajo de sincronización.
En esta entrevista participaron varios de sus nietos platicando su experiencia. Nos hablan de las enseñanzas de su abuelo, de las semillas que utilizan y de su integración familiar.
Como es una costumbre ancestral, toda la familia participa en las siembras. El abuelo guiando al nieto con la yunta mientras los niños y jóvenes siembran con alegría y por el gusto y la esperanza de ver crecer sus milpas.
Diana Laura, una nieta joven que participa en los trabajos, nos habla de lo que siente al sembrar y también opina sobre la importancia de las enseñanzas de los padres y abuelos y de la continuidad de las familias en este trabajo. Finalmente envía un mensaje a los jóvenes. Este es el amor por la tierra, por la vida y por la familia y sus tradiciones.
7 фев 2015
