En 1842, se publican las “Notas de América”, donde el famoso escritor Charles Dickens describe su reciente viaje a Estados Unidos. En el capítulo dedicado a Boston, Dickens narra su visita al Instituto Perkins para Ciegos, y comenta entusiasmado el encuentro con Laura Bridgman, mujer sordociega que había desarrollado una extraordinaria habilidad con el alfabeto dactilológico o alfabeto manual.
El libro, que convirtió a Bridgman en una súbita aunque pasajera celebridad, sería leído por la señora Kate Keller, cuya hija Helen había perdido la vista y la audición a los 19 meses. Kate, esperanzada, se comunicaría de inmediato con el Instituto Perkins, logrando que las autoridades enviaran a una experta, Anne Sullivan, para que se hiciera cargo de la instrucción de Helen.
El resto es historia. Anne Sullivan no solo se convertiría en la maestra y la guía de Helen Keller, sino que pasaría los siguientes 49 años a su lado. Helen Keller, con el tiempo, pasaría a formar parte del imaginario norteamericano, y escribiría varios libros notables. De uno de ellos, EL MUNDO DONDE VIVO, hablamos en el episodio #9 de LECTURAS VAGABUNDAS.
Guión y Narración: Carlos Lloró
Música en guitarra:
-CD "AKOGARE" (haikus y tankas japoneses musicalizados para guitarra y voz cantada por Carlos Lloró y Gloria Araneda. Disponible en Spotify)
Edición recomendada:
EL MUNDO EN EL QUE VIVO
Traducción: Ana Becciu
Ed. Atalanta, 2012
Artículo sobre "sustitución sensorial":
www.no-regime.com/ru-es/wiki/...
Recomendamos leer la historia de "Madeleine J", la mujer ciega y "sin manos", en el libro EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO, de Oliver Sacks.
El mismo Sacks menciona a Helen Keller en un interesante pasaje sobre la PROPIOCEPCIÓN, correspondiente a su autobiografía, titulada EN MOVIMIENTO. UNA VIDA:
"Pronto descubrimos que había algo que nos interesaba mucho a ambos; a los dos nos fascinaba «el sexto sentido», la propiocepción: inconsciente, invisible, pero posiblemente más vital que cualquier otro sentido o que todos juntos. Uno podía ser ciego y sordo, igual que Helen Keller, y aun así llevar una vida bastante rica, pero la propiocepción resultaba vital para percibir el propio cuerpo, la posición y el movimiento de las extremidades en el espacio, crucial, de hecho, para la percepción de su existencia. Si desaparecía la propiocepción, ¿cómo podría sobrevivir un ser humano?"
1 июл 2022
