Esta es la historia del penalti de Roberto Baggio, el hombre que murió de pie. Año 1970, Florindo Baggio, padre de Roberto, no pudo esconder la cara de tristeza tras la derrota en la final del mundial, un doloroso 4-1 de aquella Brasil de Pelé, Yaishiño y Yerson, causaron las lágrimas de un hombre que tuvo que ser consolado por su hijo de tan solo 3 años. Robbie, como le llamaban entonces, se abrazó a la pierna de su padre y le dijo: "Tranquilo papá, venceré a Brasil, yo ganaré una copa del mundo para ti". Y no sabemos si fue Dios o simplemente el azar, pero en 1994 el destino puso a Baggio en una final de la Copa del Mundo y casualmente, era contra Brasil. El partido terminó yéndose a los penaltis tras un tímido 0-0. Brasil anotó tres de los primeros cuatro, Italia solamente dos. El quinto y último era para él, Roberto Baggio, que venía de ganar el Balón de Oro esa misma temporada y que había llegado a la final haciendo un mundial casi maradoniano, el hombre, que le había prometido a su padre ganar una copa del mundo contra Brasil. Los ojos de todo el planeta estaban encima de él, era la última esperanza de Italia. Dió dos pasos hacia atrás, resopló, pero acabó mandando el balón por las nubes. El silencio invadió todas las casas de Italia. Sobre el campo, Roberto Baggio miraba hacia el suelo con los brazos en jarra. No era una simple imagen de derrota, era como si aquel prodigio hubiese perdido su alma. Nunca antes se había visto una imagen tan desoladora sobre un campo de fútbol. En sus ojos podía verse la tristeza infinita, la representación de un sueño frustrado, la promesa rota de un niño que algún día le juró a su padre algo que nunca le pudo dar. Nada ni nadie pudieron consolarle, durante más de cinco años, llegó incluso a tener pesadillas con aquel penalti durante mucho tiempo. Y es que tras aquel partido, en Italia comenzó a popularizarse una frase que dice: "Sócrates murió envenenado, pero Baggio murió de pie".
Esta es la historia del penalti de Roberto Baggio, el hombre que murió de pie. Año 1970, Florindo Baggio, padre de Roberto, no pudo esconder la cara de tristeza tras la derrota en la final del mundial, un doloroso 4-1 de aquella Brasil de Pelé, Yaishiño y Yerson, causaron las lágrimas de un hombre que tuvo que ser consolado por su hijo de tan solo 3 años. Robbie, como le llamaban entonces, se abrazó a la pierna de su padre y le dijo: "Tranquilo papá, venceré a Brasil, yo ganaré una copa del mundo para ti". Y no sabemos si fue Dios o simplemente el azar, pero en 1994 el destino puso a Baggio en una final de la Copa del Mundo y casualmente, era contra Brasil. El partido terminó yéndose a los penaltis tras un tímido 0-0. Brasil anotó tres de los primeros cuatro, Italia solamente dos. El quinto y último era para él, Roberto Baggio, que venía de ganar el Balón de Oro esa misma temporada y que había llegado a la final haciendo un mundial casi maradoniano, el hombre, que le había prometido a su padre ganar una copa del mundo contra Brasil. Los ojos de todo el planeta estaban encima de él, era la última esperanza de Italia. Dió dos pasos hacia atrás, resopló, pero acabó mandando el balón por las nubes. El silencio invadió todas las casas de Italia. Sobre el campo, Roberto Baggio miraba hacia el suelo con los brazos en jarra. No era una simple imagen de derrota, era como si aquel prodigio hubiese perdido su alma. Nunca antes se había visto una imagen tan desoladora sobre un campo de fútbol. En sus ojos podía verse la tristeza infinita, la representación de un sueño frustrado, la promesa rota de un niño que algún día le juró a su padre algo que nunca le pudo dar. Nada ni nadie pudieron consolarle, durante más de cinco años, llegó incluso a tener pesadillas con aquel penalti durante mucho tiempo. Y es que tras aquel partido, en Italia comenzó a popularizarse una frase que dice: "Sócrates murió envenenado, pero Baggio murió de pie".
@@SamuV.K Haber, si es el único icono siempre es especial usarlo, si no tienes otra carta va bien. Aunque yo si fuese tu ni lo habría cogido por ser quién es jajajaj pr eso ya es cuestión de gustos