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En La Calera, a las afueras de Bogotá, podemos encontrarnos con el paraíso de los vegetales especiales, productos tan exquisitos que hasta en su siembra, riego y cosecha necesitan de cuidados especiales para no ir a dañar su esencia. En Montevivo tienen un camino trazado en el cuidado de estas hortalizas y, por si fuera poco, coexisten con un entorno envidiable, el Páramo de Chingaza.
Este lugar no solo les aporta a las hortalizas un suelo único para su siembra, también el agua con la que son regadas le da una pureza incomparable, haciéndolas aptas y beneficiosas a la hora de comer frescas, y es que preservando el medio ambiente no solo gana el planeta, sino también nosotros, que podemos disfrutar de esos pequeños placeres, como las hojas baby.
Juan Gonzalo Angel Restrepo
/ tvagro
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15 сен 2024
