Allí donde corre un arroyo manso, entre intensas tonalidades otoñales, donde el viento se entretiene con las sierras y el silencio aturde, ahí donde el aire puro te llena los pulmones, ahí es. Ahí mismo, habría encomendado el destino a Margarita Muniz para que fundara un pueblo, que muy pronto se transformaría en ciudad, La Ciudad de Aiguá, la de lindas fachadas y buena gente.
3 окт 2024