Excelente documental, gracias y felicitaciones a los realizadores. Como venezolano pienso que la vida y legado, si cabe el término, de Aleksandrs Laime es tan importante para los letones como para los venezolanos, como dice el señor del minuto 3:48 "Alejandro Laime es un personaje único que debería estar en la historia de Canaima... abrió el camino al Salto Ángel", es una historia fascinante que no debemos dejar perder. Ojalá este documental y el libro de Andris Stavro "Aleksanders Laime un viña zelta upe" sean traducidos al español para la lectura, disfrute y conocimiento de mis conacionales. Me dio tristeza que no hayan conservado su casa ( 22:50 ) y que solo queden tres piedras, igualmente que su tumba esté en un matorral semiolvidado (47:10), aunque sí tiene una estructura decente con su nombre y la bandera de su país. Son alucinantes las historias del animal prehistórico ( 29:05 ), la ciudad de los incas ( 40:44 ) de los hombres pequeños ( 33:38 ) y que se le haya aparecido a la señora dos años después de haber fallecido ( 48:19 ). Tengo muchas más cosas que opinar y halagar pero este comentario ya está un poco largo. Por último, quisiera preguntar si alguien tiene algún mapa (o algún material) donde salgan los cuatro ríos de toponimia letona a los que Laime les dio nombre en el Auyán Tepuy, en el mapa ilustrado en la guarda del libro de Stavro salen indicados los ríos Gauja (como Gauya) y Ogre, pero no consigo en ningún lado los ríos Daugava y Venta. Saludos y gracias.
I can tell you where are those rivers - search them in Latvia with google maps - Venta, Ogre, Gauja, Daugava are the biggest rivers in Latvia - hard to miss.
Sveiki, dažas dienas kopā ar Laimiņu esmu dalījos savā kajītē pagājušā gadsimta septiņdesmito gadu beigās. Vai pastāv iespēja, ka viņi tulkos video uz spāņu valodu? Paldies
Here is the translation of the dialogue: A: And do you remember when that evening he told us that after so many years spent in meditations alone in the jungle he succeeded one day in going out of his body... G: I remember it well. He could see his body from above and see himself in his hammock. A: And we, togehter with our two sons who at that time were small boys, always remained enchanted by the stories that this man told us... A man who has marked our and our sons' lives and memories. G: Yes, it's absolutely true.
