Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de la GIGANTE AMALIA DE LA VEGA, muy poco difundida como todo lo nuestro, es deber de quien la escuchamos transmitirla a las nuevas generaciones
Ranchito que entre el verdor parecés una gran cosa, y no sos más que la choza donde escondo mi dolor. Rancho qu'entoavia el amor ,que'n rescoldos se consume, a ocasiones desentume las alas medio despacio pa' perderse en el espacio, como si fuese un perfume. Tapera medio arrumbada, que al costau de una laguna en mis noches sin fortuna fuiste, pa' mi, como un hada. Quién dirá al verte rodiada, de paraísos y palmeras, que sos triste dende veras y que bajo tus totoras, no hay en mis noches auroras ni en mi vejez primaveras. Cuando me hecho en la catrera, bajo tu techo sombrío, se saca el bosal mi hastió pa' disparar campo afuera. Me brinda su adormidera la dulce melancolía y llegan al alma mía las notas consoladoras de dos calandrias cantoras que madrugan más que'l día. Rancho, que sabés mi historia, mi linda choza querida, que llevo siempre prendinda del sinchón de la memoria. ¿Pa' qué querré yo más gloria, que'l calorcito e tu hogar? Hoy, que cansa'o de penar, le tengo asco al vivir, y se me hace que morir no es nomás que descansar.
