Arqueología de la sal | La arqueología hoy | Ciclo de conferencias 

• Las estaciones de producción de sal que había alrededor del lago de Texcoco se destruyeron con el nuevo aeropuerto: Blas Román Castellón Huerta
• La sal es muy importante a nivel económico, político y religioso: Leonardo López Luján
• La producción de bloques de sal tiene que ver con la tributación y con una red de intercambios muchos más compleja y mucho más amplia que hace de este producto un bien de prestigio: Blas Román Castellón Huerta
El arqueólogo integrante de El Colegio Nacional (Colnal) Leonardo López Luján es el coordinador del ciclo de conferencias, La arqueología hoy. Dentro de este ciclo se celebró este jueves la cuarta conferencia que llevó por nombre Arqueología de la sal y fue impartida por el especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Blas Román Castellón Huerta, quien abordó aspectos arqueológicos, técnicos, sociales, religiosos e históricos de la sal en México. A manera de introducción, López Luján dijo que “este es un ciclo que tiene como propósito traer a los más destacados arqueólogos del momento para que nos hablen de la actualidad, de sus descubrimientos en el campo, en el gabinete, los archivos y las bibliotecas. Hoy tenemos un invitado de lujo, una de las máximas autoridades del INAH que es el doctor Blas Castellón”.
El arqueólogo colegiado recordó las conferencias pasadas del ciclo y citó trabajos relacionados con el estudio de la sal como el que realizó Miguel Othon de Mendizabal en su obra Influencia de la sal; Maya Salt Production and Trade de Anthony P. Andrews; The last saltmakers of Nexquipayac, México de Jeffrey R. Parsons; La sal de la Tierra de Eduardo Williams; Maya Salt Works de Heather McKillop y Sal y salinas: un gusto ancestral y Cuando la sal era una joya del ponente de la conferencia. Antes de entrar de lleno al tema, Castellón Huerta invitó al público a visitar el sitio arqueológico en el que actualmente realiza investigaciones, Teteles de Santo Nombre en Puebla, y adelantó que pronto saldrá una publicación con sus hallazgos.
El investigador narró la forma en la que comenzó su interés por el estudio de la sal con el arqueólogo Enrique Nalda: “nos decía que para poder entender los desarrollos antiguos teníamos que entender de dónde venía la sal. Sin sal en el desarrollo mesoamericano no se podía vivir igual que no se puede vivir sin la agricultura, la sal es el complemento necesario e indispensable”. Castellón Huerta expuso partes de su investigación en el sitio arqueológico de Zapotitlán Salinas en Puebla donde encontró cerca de 35 parajes de producción de sal además de una gran cantidad de vestigios arqueológicos.
Posteriormente, el también docente de la ENAH mostró los diversos métodos que hay en la fabricación de la sal y que pasan por las etapas de: extracción de materias primas (aguas saladas, cuerpos salados, plantas halófitas y sal gema), concentración, cristalización, acondicionamiento y embalaje. El académico mostró sus hallazgos en las salinas de Zapotitlán donde encontró vasijas salineras de impresión lisa y textil, piletas destruidas, briquetages y fogones de cocción de salmuera que eran utilizados en la fabricación de bloques de sal. Asimismo, en la misma zona arqueológica, encontró un mecanismo de filtración del agua que generaba salmueras y que eran utilizadas en el proceso de fogones y vasijas: “la salmuera se obtiene del agua que se vierte arriba sobre tierras saladas, este era un punto importante porque las tierras saladas fueron un cuerpo que se utilizaron mucho en tiempos prehispánicos para sacar sal. La sal se concentra más, a veces, en la tierra o las arenas que en los cuerpos de agua”.
Castellón Huerta mostró la posible secuencia de producción de bloques de sal en Zapotitlán que consistía en la selección de tierras, lixiviación de tierras, decantación de salmuera, filtración, colocación de fogón, la rotura de moldes y extracción de bloques. El académico aclaró que fue hasta que fue a un congreso de especialistas de sal que encontró procedimientos parecidos a los de Puebla en Niger, China, Francia, Polonia y Guatemala, lo que lo ayudó a comprender el procedimiento y al respecto dijo que “los panes o bloques de sal están respondiendo a otras necesidades de las sociedades que las producen, pues ya tienen una red de intercambio y una complejidad social, económica y política mucho mayor”. En este sentido, el arqueólogo señaló que actualmente se siguen produciendo los panes de sal en el país en el Soconusco, Veracruz, Pinotepa Nacional, Oaxaca y Santa María Ixtapa, Chiapas.