A pesar de que el presidente brasileño, Lula da Silva, insiste desde el año pasado en la necesidad de reducir tasas de interés para estimular la economía, el Banco Central de Brasil mantuvo el precio del dinero invariable en 10,5 % y puso fin a siete reducciones consecutivas. Lula, que criticó duramente al presidente del ente emisor, Roberto Campos Nieto, anunció que a finales de año pondrá al frente del Banco Central otra persona que sintonice mejor con su visión de la política monetaria. Los mercados esperan ver los resultados de esta ofensiva contra la independencia del Banco Central, que Lula puede permitirse gracias a una gestión económica con indicadores favorables.
16 окт 2024