Estimado sr. Sofer, gracias por su respuesta al anterior comentario. En cuanto a la "enfermedad", obviamente me refería al pecado, el cual obra muerte, cuya "cura" es la salvación en Cristo; era un símil. No es nada que tenga con usted o esté buscando confrontación, simplemente fue un muy buen amigo que me pasó un enlace a su canal hace tiempo, y comento lo que voy escuchando que usted saca. El pseudónimo es como otro cualquiera, y sí, dentro de lo posible trato de limitar mi presencia en la red, es cuestión de privacidad. Gracias por la invitación; si el Señor quiere, veré cómo contactar con usted a ver si con Su ayuda podemos sacar algo en claro. He pausado el podcast al acabar usted su respuesta, escucharé el resto, aunque me abstendré de redactar nada al respecto aquí en los comentarios, si así lo prefiere. No obstante, diré sucintamente que en efecto coincido con usted en que la ley es buena, como no podría ser de otra manera. También tengo en cuenta los pasajes que usted menciona, pero no se han de ignorar otros como la epístola a los gálatas, y en ella, por ejemplo: "5:4 Cristo se ha vuelto ineficaz para vosotros, quienesquiera de vosotros que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído". Lo que trato de decir es que desde la resurrección del Señor hasta la actualidad, el cumplimiento de la ley, como conjunto de sanas ordenanzas rituales para Israel, va implícito en la fe en Jesús, cuyo sacrificio ya obró toda justicia y expiación por nosotros. (Difícilmente esto que digo en base a Escritura se puede tachar de "romanismo", más bien todo lo contrario al horror eclesiástico, diría yo). Y siendo así, si por ejemplo los israelitas retoman el servicio levítico en Jerusalén en un reconstruido templo o tabernáculo, todo sacrificio animal que hagan, aun siendo acorde a la ley, sería abominación a ojos del Señor. No veo en qué no se podría estar de acuerdo con estas cosas. En fin, un saludo, hasta pronto y que el Señor lo bendiga.
