Un relato extraordinario, siempre he considerado a Quiroga el alumno aventajado de Poe. Uno de los mejores narradores de formato corto que he leído. Puedo decirte que este relato es uno de mis cuentos favoritos de terror con toda justicia.
Había leído éste cuento de niño, pero no recordaba a su autor. Volví a leerlo (diría que por primera vez otra vez) y recordaba el asco que me dió la idea de que algo esté habitando la almohada donde uno apoya su cabeza todas las noches. Cuento genial, asqueroso (en el buen sentido) e impactante y no me había dado cuenta de que había leído a Quiroga siendo niño. Gracias por hacerme recordar éste cuento.
Excelente análisis y una utilísima estrategia narrativa, para crear atmósfera, lo de estudiar (incluso planificar) los campos semánticos. Enhorabuena y mil gracias por este fenomenal vídeo, Alejandro.
whoa, increible la parte final, no lo había pensado pero parece que el cuento mismo cuenta con los elementos necesarios para hacer está última hipótesis algo verosímil, nunca lo había llegado a pensar
Eso por un lado. Por el otro, es conocido el decálogo del perfecto cuentista de Quiroga, en donde aconsejaba buscar un Maestro. Poe es uno de los Maestros del escritor uruguayo, y su influencia se nota en la resolución del cuento: el elementol sobrenatural y gótico cede paso a la racionalidad, al escepticismo cientificista que encuentra una explicación a un misterio en apariencia insoluble.
Mi primer intento de cuento, fue de un vampiro, cuando tenía como 7 años, y sobra decir que era una porquería, pero con el pasar de los años, me fui dando cuenta que no tengo esa vena para infundir miedo, porque no tengo miedo a casi nada, tengo aversión al dolor, por ejemplo, pero no podría decir que miedo. Así que no puedo proyectar el miedo en lo que escribo, de la manera que lo hacen los grandes maestros, ni tampoco se los compro cuando lo leo, porque no empatizo con los personajes, debido a que jamás he estado en dicha situación de descontrol. La verdad es que soy hyperracional, por decirlo de alguna forma, yo analizo todo, así que no me impacta nada de lo que veo, y menos de lo que leo, muy por el contrario, encuentro fascinante el terror y el horror por igual, pero, más que asustarme, me emociona de formas distintas a las que sienten los demás, así que no puedo transmitir algo que soy incapaz de sentir. Por eso mejor escribo ciencia ficción.
Es raro: hay versiones con las dos variantes. Encima no encuentro mi libro en papel para confirmar: hace poco tuve que cambiar el orden en la biblioteca y ya no encuentro nunca lo que busco. En la versión de Ciudad Seva, en la que confío, dice "alas". Lo curioso es que queda bien de las dos maneras. ciudadseva.com/texto/el-almohadon-de-plumas/
Excelente tu interpretacion,muy disfrutable.Queria comentarte que siento un nexo con La metamorfosis de Kafka en el sentido que tanto el parasito en este cuento como el escarabajo en el de Kafka,son utilizados para extremar y hacer visibles los sentimientos de Alicia y Gregorio.
Cómo hubiese ganado este cuento si Quiroga no hubiera escrito ese último párrafo o, por lo menos, no hubiese sido tan explícito en su explicación. Siempre he considerado que ese párrafo está demás; el lector es el que debe interpretar, no el autor. Grande Quiroga, me gusta mucho, pero creo que ahí se cayó. Aún así sigue siendo un gran cuento, lo he leído y releído varias veces junto a La gallina degollada.
"Su luna de miel fue un largo escalofrío“ ¿Por qué la luna de miel? ¿Quién ese monstruo? " Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima." "Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha" En realidad. Arrastrar, los pasos ahogados, por la noche, en alas de sangre. Es porque la chica Alicia, era visitada. Por las noches por aquel bicho. Terrorífico. Un hombre sexual, sobre una novia inocente. Para mi. Lo que pasó, es que la desfloró, y siguió sangrando, hasta la anemia. Sin pasión. Porque el siguió visitandola.