Camino de Santiago de Madrid 

Te he escuchado caminando, te he leído en tu blog. Arreciaba. Yo no viví nada extremo ese día hasta Santa María de Nieva pero fue mi última vez en el Camino, con Mochila. Porque me harté, de ir yo sola por el mundo y de encontrarme son imbéciles. No hubo lluvia ni viento pero sí frío porque aquella mañana me desnudé en la calle y me vestí, para irme a esperar un autobús que me regresara a Segovia, que es preciosa. Aunque Zamarramala fue una de las experiencias peregrinas más bonitas de mi vida.

A mi me cayó un diluvio monumental en el Salvador. Era en mayo. En plena montaña que no lograbamos ver las señales, ningún lugar donde cobijarnos. Tuvimos que además del chubasquero ponernos los gorros para sacarnos el agua de la cara porque no nos dejaba ni ver. Aunque íbamos asustados porque todo era lodo, y no paraba, es verdad que no hacía frío y eso nos quedó de recuerdo como una aventura. Además, de todas las veces que he ido al km 0 de Finisterre, solo una vez lo hice bajo el sol y viendo el mar, todas las demás veces he ido bajo lluvia!!!