Filipenses 2:12-18 Así que, amados míos, tal como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; 13 porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito. 14 Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo, 16 sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano. 17 Pero aunque yo sea derramado como libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos vosotros. 18 Y también vosotros, os ruego, regocijaos de la misma manera, y compartid vuestro gozo conmigo. Con el fundamento de que al final toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor, Pablo exhorta a los filipenses a que se ocupen de su salvación con sumo empeño y cuidado, pues Dios les da el poder y las ganas de hacerlo. Aún y cuando las circunstancias en este mundo sean difíciles, deben gozarse en la realidad de su esperanza cuando se presenten delante del Señor, así como lo hace Pablo, sin importar cual sea su final en esta tierra. Pablo tiene el fin en mente durante este pasaje. Cuando somos conscientes del final glorioso que nos espera, podemos menospreciar los logros o gratificaciones de esta vida, las batallas temporales y luchar y perseguir lo mejor. Debemos de ser intencionales y dedicar esfuerzo y tiempo en nuestra salvación. Esto es, conocer más a Dios y su palabra para intimar más con Él y conocerlo antes de nuestro encuentro final con Él. Dejar que su palabra, su amor y su presencia moldee nuestros pensamientos, sentimientos y acciones llevándonos a ser más como Él, amando lo que Él ama, odiando lo que Él odia y actuando como Él actúa. Esto nos llevará a amar a los demás, andar en su obra y sus caminos, y ser cada vez más radicales en cuanto al morir a nuestros propios intereses e inclinaciones pecaminosas. Si hacemos esto, si vemos esto primero, el dejar discusiones y murmuraciones será algo fácil de hacer, no nos interesará salirnos con la nuestra o recibir "justicia" en este mundo, pues nuestro enfoque estará más allá. Oración: Dios todopoderoso YHWH. Tengamos mucho o poco, te pedimos que intervengas en nuestras vidas y nos ayudes a ver el incomparable valor de Cristo Jesús, el incomparable valor de una vida dedicada a tí. Te pedimos que aquellas cosas que valoramos tanto, pierdan el valor ante la oferta de una vida dedicada a ti, a lo eterno, a lo que vale la pena. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. ¡Amén!
