Que risa por Dios. No me quería reír. Me hicieron recordar hace muchos años mi papá enojado conmigo, cogió el machete y se fue al monte y cuando llegó mansito todo picado de avispas. Nos tocó echarle kerosin en la espalda para el dolor. Gracias muchachos por traernos tantos recuerdos de nuestros campos. Muchas bendiciones.