Atractiva y decidida noble inglesa, reina de Inglaterra tras casarse con Enrique VIII.
El matrimonio, que apenas duró tres años, acabó con la trágica muerte de Ana a causa de los intereses dinásticos de su esposo: su boda con Enrique no consiguió satisfacer la imperiosa necesidad de proporcionar al rey un heredero varón que perpetuara la dinastía en el trono.
El matrimonio provocaría, en cambio, la ruptura de la monarquía inglesa con el catolicismo romano y la fundación de la Iglesia anglicana.
Murió decapitada en la Torre de Londres después de que su marido la acusara de adulterio. Su propio padre, sir Thomas Boleyn, la condenó.
En un nuevo ciclo de charlas, te invitamos a conocer esta historia con Francisca Willson.
2 июл 2024