Fin de semana de los Isuaras en Ordesa. Para comenzar las tan temidas clavijas de Cotatuero. Cuanto han cambiado desde que las vi por primera vez. ¿ O habré cambiado yo ?.
Cuando recuerdo que hace mas de 20 años lo pasé sin nada de equipo, a pelo y de allí al refugio de Goriz, ni yo mismo me lo explico. Me acompañaba otra persona que, cuando me vio realizar la maniobra, el rostro se le transformó en color de tomate extra-maduro-aunque estaba nublado- y le costó decidirse. Afortunadamente, a pesar de mi inexperiencia como escalador en la época, cuando voy a la montaña en lugares desconocidos siempre llevo una cuerda de unos 30 metros; gracias a la misma, atada a su cintura, a la mía y a la vez sobre el cable, (entonce había un cable metálico con soportes en la roca) conseguí que pasara. A pesar de todo, valió la pena la excursión y de aquellos días en Ordesa, conservo un enamorado sentimiento del Parque, su Naturaleza y la geografía que le circunda. !Ordesa,Paraiso Terrenal!
En efecto, han cambiado las clavijas y hemos cambiado nosotros ... y tantas cosas. Que recuerdos esos de las ascensiones a cimas tan emblemáticas como Tres Serols (M. Perdido) o el Aneto donde en pleno Julio o Agosto no te juntabas en la cumbre con mas de 20 montañeros. Aquellos piolets con mango de madera, aquellas botas de cuero .... La última vez que pasé las clavijas, como las anteriores lo hice a pelo, no habia otra. Ahora están mejor equipadas y se han convertido en un pequeño tramo de ferrata bastante asequible (cada quien le pondrá su dificultad personal). Clavijas de Cotatuero difíciles de escalar, todavía es mas dificil el volverlas a bajar. Esto se decía ya antes de los 70. Anda que no ha llovido.
Una ruta clásica que hice en solitario hace muchos años, muchos, cuando apenas habían unas pocas clavijas y la ascensión todavía era una emocionante aventura. Ni un alma en el entorno. El espectáculo al llegar arriba mirando al valle es espectacular, pero si das media vuelta y contemplas el inmenso embudo kárstico que tienes ante tí, es... como de un paisaje extraterrestre, y al fondo, mucho más a los lejos de lo que parece, la Brecha de Rolando. Tres horas de andar subiendo por un terreno sumamente recortado, terror de tobillos flojos (¡jejeje...) hasta llegar a la Brecha (entonces permanente nevada en julio) que marcaba el límite fronterizo con Francia, y allí era donde comenzaba a descender el terreno hasta el Circo de Gavarnie con un enorme glaciar entonces y su famoso refugio ( y no menos famosa cascada). Todo eso en un día y disfrutando de una inmensa soledad. Algo imposible en la actualidad. Han pasado más de cuarenta años y este vídeo me ha recordado aquellos inolvidables momentos. Muchas gracias, amigos.
Pasé por allí hace unos 10 o 15 años. No es para tanto... pasamos a pelo y sin mucho miedo ni peligro... es cuestión de agarrarse, en serio, ni siquiera es muy vertiginoso (si solo miras a la pared... no ves mas). El movimiento de la cámara lo hace mas de lo que realmente es. El problema son los atascos por la cantidad de gente, los que van lentos los que van rápidos... y los que vienen... y los mochilones.
