El piloto se hallaba preocupado por arreglar el motor de su avión. Por eso apenas prestaba atención a las preguntas del Principito. Como tales preguntas tenían por fin saber si el piloto tenía una sensibilidad apta para llegar a ser su amigo, el jovencito se quedó muy frustrado y rompió a llorar. Consciente de que el llanto indica un derrumbamiento interior, el piloto se compadeció, y lo dejó todo para atenderle. Este gesto de generosidad suscitó confianza en el Principito y lo movió a hacerle confidencias.
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12 авг 2020