Mi querido hijo, estás siempre envuelto en este amor divino que te ofrezco cada día. Es infinito, siempre está ahí para ti, no importa la hora o el lugar, en la felicidad o en la tristeza, si estás en casa o lejos, mi amor no depende de la distancia. Siempre estoy ahí, con los brazos abiertos. Declaro mi amor por ti alto y claro, para que todos y todo en el universo lo sepan. Nunca me avergonzaré de ti ni te rechazaré. He movido montañas, me he enfrentado a pruebas y, con una mezcla de amor y dolor, he asegurado tu derecho a mi afecto eterno. ¿Quién podría arrebatarte este amor? ¿Quién podría separarte de mí? No tengas miedo. Yo ignoro a los que te acusan constantemente, mintiendo sobre errores que no has cometido o defectos que no tienes. Me alejo de sus quejas mientras siguen difundiendo palabras falsas. Sólo consiguen alejarse más del amor que podría rescatarles. Pero en cuanto a ti, no te preocupes por ellos. Ellos eligen su propio camino y afrontarán las consecuencias. Tu trabajo es abrazar el amor y la bondad que te estoy ofreciendo ahora mismo. Vive tu vida con plenitud y alegría. Aférrate a la compasión que te estoy dando hoy y no esperes a mañana para aceptarla. Acércate a mí y deja que llene tu vida con este amor divino.
Acógelo, disfrútalo, compártelo, sueña con él, habla de él. Y siempre que reces, haz estas tres cosas. Sé agradecido. Agradece aún más, y luego agradece un poco más por el amor interminable que te proporciona mi gracia. Eres verdaderamente especial, elegido y profundamente amado por mí. Con un amor divino eterno, soy tu protector, salvaguardándote a ti y a tu familia. Bendigo y aumento todo lo que emprendes. Acepta vivir en el consuelo de mi amor. Quédate en el refugio sagrado que te rodea, ungido con el óleo santo que cura,
5 сен 2024
