El matrimonio que los adoptó tiene cuatro hijos biológicos. Sin embargo dicen que siempre hay lugar para ayudar y que no consideran que sea un acto heroico.
Pablo y Karen viven en Río Tercero y tienen un corazón enorme. El jueves pasado, ella volvió de África, acompañada de Frey, el nuevo integrante de la familia. Se trata de un niño africano, que vivía en un orfanato en Guinea Bisáu y ahora tiene un hogar en Córdoba. Ocurre que en 2017, la pareja había viajado a a buscar a Viktoriia a su país natal, Ucrania. Karen tiene tres hijos biológicos y Pablo, uno. Y ahora son papás de Frey y Viktoriia, a quienes acogen en su casa de una manera muy especial.
"Uno dice, si uno puede hacer cosas por otros que no son seres humanos, tenemos la casa la casa llena de perros y gatos, como no brindarle a una persona que tiene una necesidad. Había lugar en la casa, siempre hay lugar", reflexionó.
16 окт 2024