Ningún ojo mortal, salvo el del sumo sacerdote, debía mirar el interior del Lugar Santísimo. Sólo una vez al año, y después de la preparación más solemne y cuidadosa, podía entrar allí el sumo sacerdote. Temblando entraba para presentarse ante Dios, y el pueblo en reverente silencio esperaba su regreso, con el corazón elevado en ferviente oración por bendición divina CES 33.3
Bendecido dia para todos. Saludos pastores. Hermanos Patricia y Paal, mi consejo para ustedes es que lleven sus propios controles de el Capitulo que corresponda a cada dia. Pienso q estos programas ya estan editados y probablemente no sera facil agregarle la fecha. Bendecido dia para todos
Entonces los que aspiraban al sacerdocio debían venir cada uno con un incensario y ofrecer incienso en el tabernáculo en presencia de la congregación. La ley decía explícitamente que solo los que habían sido ordenados para el oficio sagrado debían oficiar en el santuario. PP 372.4
El odio a los romanos y el orgullo nacional y espiritual inducían a los judíos a seguir adhiriéndose rigurosamente a sus formas de culto. Los sacerdotes trataban de mantener una reputación de santidad atendiendo escrupulosamente a las ceremonias religiosas. El pueblo, en sus tinieblas y opresión, y los gobernantes sedientos de poder anhelaban la venida de Aquel que vencería a sus enemigos y devolvería el reino a Israel. DTG 22.3