El rostro crispado por el dolor del policía que encontró el cuerpo de esta criatura fue suficiente para helar la sangre de todos los presentes. La menor de diez años tenía el cabello arrancado, fracturas en su cuello y presentaba claros indicios de haber sido violada antes de su muerte para luego arrojarla a un descampado, para que los perros hicieran lo suyo. Los principales sospechosos de este terrible crimen son su padre, Juan Rubén Villalobos Acuña, quién tiene una orden de captura vigente por haber violado a su nieto en el 2011, pero también es sospechosa su madre Luz Armellón Valdéz, debido a las contradicciones que esconde su testimonio y quién en todo momento responsabiliza al padre de la menor.
20 авг 2024