En Hebreos 3:5-19, el autor de la carta continúa enfatizando la superioridad de Cristo sobre Moisés. Moisés fue fiel como siervo en la casa de Dios, pero Cristo es el Hijo sobre esa casa. A través de este pasaje, se nos exhorta a no endurecer nuestros corazones como lo hicieron los israelitas en el desierto. Aunque Moisés fue un líder extraordinario, el pueblo de Israel no entró en el reposo de Dios debido a su incredulidad. De manera similar, el texto nos llama a la obediencia y a mantener nuestra confianza en Cristo, quien nos guía hacia el verdadero reposo en la presencia de Dios. Esta advertencia es clara: la incredulidad impide el reposo que Dios ha preparado para Sus hijos, y solo mediante la fe en Cristo, quien es superior a Moisés, podemos experimentar ese descanso.
22 сен 2024