Cuando Todo un País Se Burló de un Peleador Mexicano: En el año 2017, el mexicano Robinson Castellanos aceptó enfrentarse a la superestrella cubana Yuriorkis Gamboa. Y apenas la pelea se hizo oficial, comenzaron las quejas tanto del público Cubano como de la prensa estadounidense. Box, boxing, boxeo.
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Yuriorkis Gamboa era de los mejores peleadores del mundo, un boxeador con pedigree olímpico que había conseguido coronarse campeón mundial en 3 divisiones. Es decir que todo mundo esperaba que Gamboa se enfrentará a los mejores del mundo, a campeón, a peleadores invictos, a monstruos del boxeo.
Pero en vez de todo eso, Gamboa se iba a enfrentar a un peleador mexicano que nadie conocía que tenía un récord profesional de 23 victorias y 12 derrotas. Es correcto, Castellanos ya había sido derrotado 12 veces, y de esas 12 derrotas, 6 habían sido por la vía del nocaut.
De hecho, Castellanos había sido noqueado en su pelea más reciente, pelea la cual había tomado lugar a principios del 2016.
Es decir que el monstruoso peleador cubano se iba a enfrentar a un peleador con 12 derrotas a su nombre, que llevaba más de 1 año inactivo sin subirse al ring y que además en su última pelea lo noquearon.
Era más que obvio que los promotores pensaron en conseguirle una pelea fácil a Gamboa para que el cubano se pudiera ucir en un combate que lo mantendrá activo y preparado para una pelea importante más adelante.
Se podría decir que llevaron al mexicano al matadero. Lo invitaron a perder. Le ofrecieron una pelea tan importante que no podía rechazar, pensando que no había manera alguna en el que un peleador tan galardonado como Gamboa pudiera perder en contra de un boxeador desconocido.
Por eso la gente comenzó a hablar mal tanto de Gamboa como de Castellanos. CON comentarios como:”Seria mejor una pelea entre Gamboa y su sombra”, y “ Acaso no pudieron escoger a un rival peor que ese mexicano basura?”, entre otros.
Claramente el consenso era que este combate era una pérdida de tiempo ya que el cubano era muy superior que el pugil mexicano.
El problema fue que nadie le avisó a Robinson Castellanos que se suponía que tenía que perder.
Yuriorkis Gamboa lució bien desde el primer asalto cuando conectó algunos buenos golpes sobre Castellanos. El cubano se presentó con velocidad y buen boxeo, por lo que parecía que el era el peleador más fuerte.
En el segundo round vimos más competencia por parte de ambos . Castellanos demostró que no venía nada más cobrar un checo, demostró que venía a intentar ganar. El mexicano conectó varias derechas sobre Gamboa, quien con frecuencia dejaba las manos bajas hacia la cintura. Pero en esos 2 primeros rounds Gamboa seguia luciendo superior, justo como todos espaban.
No fue hasta el tercer round del combate donde Castellanos derribó a Gamboa con un derechazo directo al final del asalto. Gamboa lucía muy herido pero la campana sonó antes de que Castellanos pudiera lanzarse sobre un Yuriorkis Gamboa tambaleante.
El mexicano salió con todo al inicio del cuarto asalto, con esperanzas de que el peleador cuabano aún no se hubiese recuperado de esa caída en el round anterior. Y justo eso fue lo que sucedió, Yuriorkis seguía lastimado por lo que no fue difícil para Castellanos el derribar a Gamboa una vez más con un gran derechazo directo al comienzo del round.
Una vez más Gamboa pudo responder a la cuenta, pero esta vez el round recién comenzaba por lo que ahora el cubano tenía que lidiar con el constante ataque de Castellanos por casi un asalto completo. En ese mismo 4 round Gamboa fue golpeado repetidamente con golpes más limpios y nítidos a medida que avanzaba la ronda. Con el corazón de un león, Gamboa optó por combatir el fuego con fuego aunque no fue muy eficaz.
A partir del quinto round vimos menos acción que en los rounds anteriores, pero el impulso parecía haber cambiado completamente a favor de Castellanos, ya que Gamboa lució mediocre con sus esfuerzos ofensivos y defensivos. Es decir que a pesar de que en este round Gamboa no se fue a la lona, el único que encontraba éxito en sus ataques era el mexicano y el cubano parecía no poder hacer nada al respecto.
Las rondas seis a siete siguieron un guión similar, ya que Gamboa recibió golpes de poder de manera constante a lo largo de cada asalto. Y después de recibir golpes muy fuertes al final del séptimo round, Sorprendentemente, Yuriorkis Gamboa no pudo responder a la campana del octavo asalto cuando le dijo a su esquina que detuviera la pelea. Es decir, el medallista olímpico y campeón en 3 divisiones se dio por vencido en su esquina y decidió no salir a pelear más.
21 окт 2024