Verónica saltó del coche y ayudó a la pasajera a cargar la maleta en el maletero. La anciana se excusó:
-Me siento mal por usted... Siento haberla hecho esperar, es que me he retrasado y no me he dado cuenta de la hora.
Sonrió alentadora:
-Está bien, no se preocupe. No pasa nada. Siéntese, abróchese el cinturón y nos vamos. Ahora, voy a poner la ruta en el navegador y así evitamos los atascos, será más rápido.
18 сен 2024