Valencia, 18 dic (EFE).- Sus ojos están agotados, pero aún inventan veinte fotos al día. Cayó por casualidad detrás de una cámara después de probar suerte como púgil y torero, y logró construir un mito adornado por Hollywood y encumbrado por la muerte de Manolete, una tragedia que su objetivo captó en exclusiva.
Francisco Cano, "Canito", el decano de los fotógrafos taurinos, cumple hoy un siglo, y lo hace con una pequeña cámara digital colgada del cuello y una película biográfica en ciernes: "Maestro Cano. 100 años de historias".
"Cien velas no, por Dios, mejor una por cada diez", ha sugerido a los amigos y periodistas que le han acompañado hoy en Valencia para celebrar su nacimiento Alicante, 18 de diciembre de 1912 y su obra, marcada, aunque le duela, por una cornada mortal que registró en la plaza de Linares el 28 de agosto de 1947.
"Ya me has matado", recuerda con tristeza al escuchar la pregunta que más teme y que más veces le han hecho a lo largo de su vida, la referida a la muerte de Manolete.
"Fui a Linares por culpa de Luis Miguel Dominguín. Me debía un dinero por un trabajo y me dijo: ven conmigo y allí te pago. Si llego a decir que no hoy no habría foto de la muerte de Manolete", cuenta en una conversación con EFE.
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18 дек 2012