Un ejemplo: el cantante determina la escala, porque la voz no se puede "afinar" como una guitarra. Si la nota más baja que el cantante puede hacer es C pero la canción original está en B, hay que transponerla para adecuarla a la voz del cantante. Otro ejemplo es el "sabor". Hay una escala que te da sabor de blues (pentatónica), otra que te da sabor de caos/jazz (cromática), otra que te hace sonar como Bach (menor armónica) etc. La música es como la comida: una pizca de sal por aquí, una nota bemol por acá y la receta es diferente. Mejor o peor, ya queda a la opinión de la audiencia. Pero entre más recetas conozcas, mejor será tu cocina.