Cuando no le damos agua al alma, el corazón se deshidrata y nos sentimos irritables, preocupados, ansiosos, sin esperanzas. Cuando nuestro corazón está sediento, tomamos decisiones equivocadas y cometemos muchos errores en el camino. Y la Biblia narra que el Mesías, al ver un pueblo sediento en la fiesta del tabernáculo alzó la voz y dijo ‘Si alguno tiene sed ¡venga a Mi y beba!’ Pero… ¿Dónde podemos encontrar agua para el alma?
4 окт 2024