Él, siempre con esa bella y caballerosa sonrisa, la hace lucir muchísimo. Ella, por su parte, es la encarnación de la perfección y la gracia. Me encantan los movimientos precisos de los brazos de ella. Y qué tal el hecho de que casi nunca se apoya en los tacones, está casi siempre sobre las puntas. Bravo!!! Es un deleite verlos bailar.