Después de haber pasado dos años de su aprobación en Consejo de Ministros, la Ley de Segunda Oportunidad sigue sin aplicarse de manera coherente en España. La desinformación de las familias, autónomos y pequeñas empresas a la hora de buscar solución a su “quiebra” en esta ley es muy alta, pero no es menos cierto que a los jueces les ha costado casi una década interiorizar que pueden y deben actuar. Según el magistrado Carlos Puigcerver, posiblemente el juez que más casos ha resuelto en España, “los jueces han tomado consciencia de que deben actuar, aunque nadie se lo pida”.
Ha sido un camino muy largo. Jesús Sánchez, vicepresidente de la sección de normativa del ICAB, asegura que en los últimos tres años se ha producido una auténtica “revolución procesal”, en tanto en cuanto se está otorgando primacía a una doctrina Comunitaria que ya viene del año 2000, sobre las leyes decimonónicas españolas. Los jueces han entendido, por fin, la primacía del Derecho Comunitario, tomando consciencia de su poder de intervención. En este sentido, Jesús Sánchez hace una auténtica declaración de intenciones: “Digamos que Montesquieu sigue vivo”, afirma.
La Ley de Segunda Oportunidad, según Carlos Puigcerver, Magistrado titular de la primera Instancia nº 50 de Barcelona, pasó inadvertida. Los jueces no eran conscientes de su poder de intervención, cuya responsabilidad por omisión puede ser adjudicada al propio Estado.
En resumidas cuentas, es necesario hacer notar que la ley de Segunda Oportunidad española no es quizás la mejor, pero, tal y como explica Jesús Sánchez, “tenemos la herramienta”. El problema fundamental a la hora de su aplicación, especifica el magistrado Carlos Puigcerver, está en “averiguar cómo encajar el procedimiento de segunda oportunidad en el Concurso que ya existía”. Porque según la Ley Concursal, una familia, por ejemplo, respondería con su patrimonio presente y futuro de su deuda después de la quiebra, pero el Decreto ley de 2015 prevé la exoneración de la deuda, después de acreditar ante el juez que el deudor es poseedor de buena fé.
Veamos los datos. En el año 2015 se resolvieron en España unos seiscientos casos de quiebra según la Ley de Segunda Oportunidad, contra unos 10.000 en Alemania o Francia. Bien es verdad que en Francia, por ejemplo, el juez tiene plena potestad para averiguar si el deudor es poseedor de buena fe, requisito indispensable para proceder a la exoneración de la deuda. En España, el legislador ha querido intervenir más sobre la resolución.
Hemos hablado con Jesús Sánchez, vicepresidente de la sección de normativa del ICAB, y con Carlos Puigcerver, Magistrado titular de la primera Instancia nº 50 de Barcelona, sobre los entresijos de una desconocida Ley de Segunda Oportunidad, que, sin ser la panacea, supone justicia. En esta entrevista que les ofrecemos en formato de vídeo/TV, los expertos ponen, por fin, negro sobre blanco en un asunto de vital trascendencia para las familias, los pequeños empresarios y los autónomos.
Escuchen con atención, porque el conocimiento de esta ley puede darles una segunda oportunidad en la vida.
Gema Castellano
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6 сен 2024
