Escampa en La Habana y los cubanos regresan a su "normalidad", a su acostumbrado bregar de apagones, hambre y policías. La lluvia deja paso a un sol inclemente que ilumina las calles llenas de baches, mientras la gente se apresura a retomar sus rutinas. Los apagones intermitentes siguen marcando el ritmo del día, obligando a buscar ingeniosas soluciones para sobrevivir a la oscuridad. El hambre se convierte en una constante compañía, mientras se hacen largas filas para conseguir lo poco que hay disponible. Todo esto bajo la atenta mirada de los policías, siempre presentes, siempre vigilantes, en una ciudad que lucha por mantener la esperanza a pesar de las adversidades.
27 июн 2024