Te aprecio por tu corazón puro y lealtad inquebrantable. Me alegra que me des el tiempo que merezco y que siempre sea tu prioridad. Conozco tus sentimientos y entiendo estas palabras espirituales que te elevan. Me has entregado tu vida, he perdonado tus fallos y olvidado tu pasado. Tienes derecho a mi presencia santa. Ningún maleficio ni brujería puede dañarte. No temas a maldiciones ni conjuros. Te estoy preparando para un mundo sobrenatural donde mi palabra iluminará tu camino, y tu éxito dependerá de tu fe y lealtad. Así es para todos mis campeones, sin fe no hay bendición, sin valentía no hay victoria, y sin lealtad no hay poder espiritual. Entiende esto y recuérdalo siempre.
Tu familia y tú están cubiertos por mi sangre poderosa. Ninguna fuerza del mal puede vencerte en batalla porque mis ejércitos pelean por ti. Hónrame y respétame, inclina tu corazón y escucha con amor cuando te hablo. Mis palabras te darán ánimo y sabiduría, abrirán puertas de inteligencia santa y verás cómo los milagros y las oportunidades se derraman sobre tu vida. Te he hablado de mis promesas, cree en ellas. Yo cumplo y no miento, porque te amo. Conozco tu corazón y en este momento te doy serenidad y fortaleza para que tu visión espiritual se abra y percibas las maravillas que hago por ti. Comienza el día con alegría, sintiendo a mi espíritu santo a tu lado.
Ahora que conoces mi palabra, no hay nada que temer. Muchos a tu alrededor empiezan sus días con tristeza, pero deseo que cuando recibas estas palabras te llenes de fortaleza y camines con seguridad. Yo soy tu pastor y nada te faltará. La gente del mundo camina sin rumbo, llenos de ansiedad. Luchan por sueños inalcanzables y terminan decepcionados, alejándose de mí. Quiero que compartas este mensaje. Muchos parecen felices, pero por dentro se sienten miserables. El éxito que el mundo ofrece encadena con vergüenza y dolor. Diles que yo puedo transformar sus vidas.
En el mundo hay aflicción, pero quienes confían en mí saben que he vencido a la tristeza y el dolor, y tengo las llaves para liberarlos del temor. Tú ya no estás encadenado por el miedo, tu corazón no está cargado de emociones turbulentas ni tu alma controlada por el mal. Guarda tus labios de hablar maldad, no dejes que pensamientos negativos aniden en tu mente. Cuida lo que entra por tus ojos y que tus palabras sean fuente de vida.
28 авг 2024
