#DmentePositivo 

Programa especial con Papá Jaime!
Llegó el mes de septiembre y lo celebramos saliéndonos de la cotidianidad para entrevistar a un personaje fuera de serie y digno de admiración, como lo es Jaime Jaramillo, mejor conocido como Papá Jaime. Jaime Jaramillo nos relata cómo su niñez influenció en su carrera profesional de geólogo y el cambio de vida a partir del hecho de haber visto morir a una niña que fue arrollada por una tractomula, cuando le sonreía felizmente a él por haber alcanzado una caja de muñecas que había sido aventada desde un auto, y que al fin de cuentas estaba vacía. Aunque ya no se dedica a perforar la tierra para encontrar el “oro negro”, hoy su labor humanista lo lleva ―como él mismo lo explica―a “perforar corazones” para extraer la paz interior y el amor. Las tres claves de Papá Jaime para este episodio son: ¡Siempre hay señales divinas para descubrir nuestra verdadera misión!
El primer paso para la sanación es amarse a sí mismo.
Da sin esperar nada a cambio.Acerca de Papá Jaime: Jaime Jaramillo es un colombiano reconocido por su labor mundial en pro de la niñez y la paz. Dirige la Fundación Niños de Los Andes y en su haber ha colaborado con la recuperación de más de 95 mil niños en situación de abandono. Es un líder social y maestro espiritual, escritor y conferencista, cuyo propósito de vida es rescatar y ayudar a niños y adultos en condición de calle, para enseñarles a “redescubrir la vida”. Aunque se profesionalizó como Ingeniero Geofísico y de Petróleo, descubrió su misión de vida en diciembre de 1973, cuando vio morir ante sus ojos a una niña que fue arrollada, luego de haber salido corriendo a la carretera a recoger una caja de muñeca que había sido lanzada desde un carro. En 2009 sufrió un trágico accidente en parapente, en el cual perdió la sensibilidad; el gusto; el olfato; el habla, la memoria y la visión en un alto porcentaje, pero gracias a su inquebrantable fuerza de voluntad y a la práctica constante de meditación se recuperó, casi en su totalidad, ya que su visión ahora es diferente. Hoy más que nunca y pese a los obstáculos, Papá Jaime sigue convencido de que el camino correcto es la senda humanista por la que ha guiado su vida.