La doctrina de la expiación limitada, enseña que Cristo efectivamente redime de cada pueblo “solo a aquellos que fueron elegidos desde la eternidad para salvación”. En otras palabras, la muerte de Cristo fue suficiente para expiar los pecados del mundo entero, pero la voluntad de Dios fue redimir efectivamente a aquellos y solo a aquellos que fueron elegidos desde la eternidad, y dados a Cristo por el Padre.
Cristo Jesús no murió en lugar de cada pecador en la tierra, sino por su propio pueblo. El buen pastor da su vida NO por las cabras, sino por las ovejas (Jn. 10:11). Es por eso que en Juan 6 está escrito que Jesús vino a salvar a los que el Padre le había dado, y Mateo 1:21 dice que murió por su pueblo, y en Juan 15:13 por sus amigos, y en Hechos 20:28 por la Iglesia, y en Efesios 5:25 por su esposa, y en Efesios 1:4 por los elegidos en Cristo Jesús.
1 окт 2024