Claro, es obvio. Quito no posee moneda propia, por lo tanto solicita al país proveedor o garante que le conceda una reserva en proporción a los ingresos generados por el PIB a cambio de una prima de servicio como conseción. Inclusive, es menester cuidar el dinero; es decir, no rasgar, no manchar, no doblar, no destruir; puesto que, al pais le cuesta devolver el dinero estropiado con el fin de solicitar a la nación que los suministra, dado que, dicha gestión tiene un costo adicional de logística, traslado, gestión y una prima. El problema sucita cuando se aprecia el dólar, puesto que pierde competitividad, en cambio con moneda propia facilita las exportaciones. Sus clases eran satisfactorias, productivas e interesante. La UISEK siempre "Adelante". Muy bien.